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Pliegos de Rebotica
´2014
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S
S
e acaban de cumplir 63
años desde la
publicación de
Gitanos
de la Bética
del poeta
malagueño Jose Carlos
de Luna y 20 más de
El Barrio
de Santa Cruz
y
Señorita del
Mar
de Pemán, obras muy
características de dos poetas
andaluces que confluyen y
divergen en consideraciones
apreciaciones y opiniones
acerca de la “tierra de María
Santísima”, pero también
difieren , como es natural
acerca de de sus singularidades
y rasgos característicos.
Andalucía es un modo de vivir, y dentro de él,
más hondamente, un modo de ser por esa
forma personal de sentir y entender la vida, bien
con el senequismo del Séneca o el estoicismo
alquitarado de Simón el librero o el ser
estrambótico del gitano que “come lo que cae”
y duerme donde puede mientras no encuentra
un boquete en que amparar la miseria y desde
el que irradiar sus mañas en busca y rebusca del
humano sustento.
Ya sabéis la oración que achacan a los gitanos:
“Pare mío, tós te piden el pan de cá día, y yo ná
más que me pongas lo que haiga ¡que ya me las
gobernaré!
Lo decisivo de Andalucía es en palabras de
Américo Castro su especial “vividura”, la
“sobriedad de esos campesinos flexibles como
juncos que comen una cucharada de gazpacho, la
elegancia ceremoniosa del gesto, aún en el
pueblo mismo; el garbo del traje corto, que por
no tener bolsillos enseña el movimiento rítmico
y armonioso de los brazo; el individualismo
bravo que no concibe el baile de conjunto ni el
coro de orfeón; el espíritu crítico, burlón y
experimentado que reacciona frente a la vida
con coplas y refranes”, como apunta el gaditano.
Ambos explican esta peculiaridad antropológica
con esa capacidad inagotable para recibir,
integrar y asimilar diferentes culturas, desde
antaño, nada menos que con 6000 años de
antigüedad con el fino y culto rey Argantonio, el
hombre de plata y de las leyes en verso.
Es una forma de ser y de vivir con el humor
como arma de defensa, prácticas atávicas y
capacidad de asimilación de todo lo que
proviene de otras culturas.Andalucía una ”chai”
guapa y con hechuras, que atrae con su palmito
y que a veces rehelea por desgracia halos de
servidumbre, siendo el trato humano una
viviente articulación sin fricciones entre el
ejercicio del individualismo y de una suave,
armoniosa y concesiva convivencia de la que nos
habla Laín.
Mocita con cabecita de jilguero y grandes ojos
almendrados que engatusan y seducen, contando
con el arma poderosa del coqueteo . Ese
tránsito continuo entre ascesis y suntuosidad ,
entre la reducción de cada cosa a un trazo
Fernando Paredes Salido
La Andalucía de
José Carlos de Luna
y de Pemán
José María Pemán
José Carlos de Luna
