Revista Farmacéuticos - Nº 116 - Enero-Marzo 2014 - page 25

Sin embargo, la enfermedad del cerebro cuando
llega, enturbia las ideas y ni siquiera permite valo-
rarqueestásperdiendoalgomuy importante, ¡lame-
moria!
¡La vida en este caso, no te da opción a valorar
lo perdido!...
Solo en una primera fase padeces un sufrimien-
to porque percibes que algo está pasando y no com-
prendes, y el trato de algunos omuchos de los que
te rodean te hacen encerrarte en ti mismo para no
recibir ese mensaje cruel y desgarrador de aquellos
que explican tu dolencia colocando un dedo en su
sien y girándolo con el significado inequívoco de
que “estás loco”.
Existe unamayoría de cuidadores/as desplegan-
do gran amor y paciencia con estos enfermos, fren-
te a otras gentes quemuestran una incomprensión y
desconocimiento de esta dolencia, unido a una falta
de caridad y presumiendo de todo lo contrario. Per-
sonas con grandes lagunas en su memoria, con los
dedos apretando su frente, me hanmirado y han ce-
rrado los ojosmuchas veces, optandopor no contes-
tar a nada de las preguntas de sus allegados, porque
hicieran loquehicieran tenían labatallaperdida.Tar-
de o temprano seguirían el camino de la inhabilita-
ción, sobre todo si haybienesmateriales de porme-
dio como tantas veces leemos en la prensa. Es
curioso que las inhabilitaciones de ancianos se pro-
ducen, –lamayoríade lasveces–dondeexistenbien-
es materiales, que es el manjar codiciado por aves
carroñeras, que viven sin dar palo al agua, aprove-
chándose de bienes de ancianos vulnerables y des-
protegidos, esperando el momento de obtener ese
manjar con lamayor desvergüenza.
Desgraciadamente leemos estos casos que algu-
nos terminan en verdaderas luchas judiciales, los
unos intentando defender su capacidadmental y los
otros negándola.
Pero, ¿y el que tiene bienes y no tiene aboga-
dos?; ¿y el que la edad avanzada frena su capacidad
de reaccionar, y no le da tiempo a organizar su res-
puesta, lo que es utilizado por personajes tóxicos,
para producir presión y amedrentamiento a los dé-
biles, como una nueva forma de oscuridad?
¿Es posible que la ciclogénesis de la codicia nos
arrolle de estamanera?
¿Nos encontraremos algún día que se ha creado
unmodus vivendi, vestido de un falso voluntariado
de protección?
Quiero lanzar el mensaje para nuestros mayo-
res, que es necesario cuidar lamente, y aunque no
se puede demostrar la eficacia de los tratamientos
cognitivos en la enfermedad de Alzheimer, sabe-
mos que la comunidad científica Internacional re-
comienda ciertos tipos de terapias que pueden al
menos retrasar la edad de la aparición de dicha en-
fermedad. Actualmente, en España alrededor de
600.000 pacientes sufrenAlzhei-
mer, y según confirma el Dr.
Mario Riverol, neurólogo de la
Universidad de Navarra,
hayqueprevenir para re-
ducir el riesgo de
padecerla. Son tra-
tamientos orienta-
dos a la estimula-
ción en general:
leer algo a diario,
tener vida social acti-
va, hacer crucigramas,
ajedrez, sudokus, puzles,
practicar ejercicio físico, manualidades, musicote-
rapia, escribir un breve resumen de cada día. Todo
ello tiene como finalidadmejorar la conducta, hu-
mor y funcionamiento del paciente.
Una enferma, incapaz de reconocer a personas
de su entorno, despertómi interés cuando se puso a
cantar las cancionesdeunapelículaantiguaquepro-
yectaban en la televisión sin fallar ni una sola pala-
bra de la letra de la canción. Es lo único que recor-
daba de todo el pasado de su vida.
Me impactó lo suficienteparaconsiderarunavez
más el poder de la música como herramienta para
conseguir laactividadde lamenteydeberíamosejer-
citarla siguiendo algúnmétodo efectivo como el se-
ñalado por el Dr. Jordi PeñaCasanova en el que in-
dica a los cuidadores, los caminos a seguir con
aquellosenfermosque solo lesqueda lamemoriadel
corazón, por decirlo de una forma poética.
Ya no cuentas nada, / No sabes tú historia. /Con si-
gilo entró en tumente / El ladrón de lamemoria. /
Aunquenoveas caminos, /Aunquepierdas la razón.
/
Llévame…, llévame siempre, / En lamemoriadel
corazón.
P
de Rebotica
LIEGOS
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LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN
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