Revista Farmacéuticos - Nº 116 - Enero-Marzo 2014 - page 32

P
de Rebotica
LIEGOS
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RELATOS
M. García Piñuela
!
na vez establecida la Inquisición, fue-
ronmuchos los países que la adoptaron. En 1218Ale-
mania, Inglaterra y la mayor parte de Italia. En 1232,
Prusia, Flandes, Bélgica, Aragón, Cataluña, Navarra,
Valencia... La Inquisición se extendió por toda Euro-
pa incluido Portugal.
LaReina Isabel deCastilla decidió valerse del per-
miso, que dos años antes le había concedido el Papa
Sixto IV para establecer la Inquisición en Castilla y
cosa nada usual nombrar a los inquisidores. En un de-
creto del 26 de Septiembre de 1480 lo hace efectivo
obligada por las circunstancias.Ala Reina ¡no le gus-
taba la Inquisición!
Esto marcó el comienzo del lento resurgir de nues-
tra Patria. Pero en esta España en formación, existía un
problema específico y no compartido con ningún otro
reino europeo. Los judíos españoles. Para comprender el
problema es necesario recordar lo que dice la “Jewish
Encyclopedia” (La Enciclopedia Judía) que hace cons-
tar que: “
Fueron los judíos españoles quienes instaron
a losmahometanosa introducirseen laPenínsulayapo-
derarse de la vida y propiedades de los cristianos
”.
Cuando en el 711 los árabes invaden España, los judíos
son recompensados con los cargos de Gobernadores en
Granada, Sevilla yCórdoba. Esto indignó a losmoros y
beréberes y así en el reino de Granada, en 1066 estalló
una revuelta y fueron asesinados más de 4.000 judíos.
En Europa donde se repudiaba la usura, los ju-
díos eran los únicos banqueros y prestamistas.
El capital y el comercio pasó a sus manos.
El pueblo los odiaba porque compraban
a los Reyes el privilegio de cobrar los
impuestos ydespojaban a los ciudada-
nos de todo loquepodían ¡en supro-
pio beneficio!De cuando en cuando
ocurría una matanza de judíos. Na-
da nuevo por otra parte porque
cuando en la peste negra (1348-
1353)murió cerca de lamitadde la
población europea, el populacho
enloquecido acusó a los judíos de
haberla ocasionado y en toda Euro-
pa empezó la matanza de judíos. El
Papa Clemente VI los defendió y ex-
comulgó aquien los asesinasen. Perode
nada sirvió. Se continuómatando judíos.
Al finalizar el sigloXIII los judíos eran
tan poderosos en los reinos cristianos de Es-
pañaque casi paralizaron laReconquis-
ta. Había cerca de 50.000 en la Corona de Aragón y
unos 200.000 en Castilla. Claro que casi toda España
era Castilla (incluyendo lo que hoy día llaman “el pa-
ís vasco” o la actual Cataluña que siempre fue del Rei-
no deAragón).
En 1391varios miles de judíos fueron asesinados.
Dicen que por el celo apostólico de SanVicente Ferrer
y sus predicaciones que exaltaron los ánimos. La con-
secuencia fue que pormiedo, muchos judíos se convir-
tieron al cristianismo. Los judíos los llamaban “forza-
dos”, los cristianos “conversos”, pero el pueblo llano
los llamaba sencillamente “marranos”. De este modo
surgió una nueva clase de judíos.Algunos sinceros pe-
ro lamayoría, aunque oíanMisa, continuaban asistien-
do a las Sinagogas ypracticando la leydeMoisés. ¡Las
consecuencias fueron desastrosas!Ahora como cristia-
nos si querían, podían contraermatrimonio con lasmás
altas familias españolas y así ocurrió: los judíos tenían
el dinero, los nobles las deudas, los más altos linajes
del reino emparentaron con conversos. Además como
cristianos, podían hacerse sacerdotes con el resultado
de que en la época de Isabel la Católica dominaban y
explotaban a la Iglesia. Como consecuencia la Reina
pensó que había llegado el momento de destruir el po-
der de los judíos encubiertos que constituían un reino
dentro de otro reino. No tenía como demostró en mu-
chas ocasiones, prevención alguna contra los judíos co-
mo raza.Creoque el problema fue sobre todopo-
lítico, problema de Estado. Con los turcos
invadiendoEuropa y losmoros enGrana-
da, España corría peligro si no se con-
trolaba a los judíos conversos que
ocupaban puestos importantes den-
tro de la Corte. Había que conse-
guir la unidad de los reinos de Es-
paña, distintos en costumbres,
lenguas, tradiciones. Solo la fe en
unamisma religión los unía y es-
ta unión era necesario defenderla
del proselitismo de los judíos.
Así pues, haciendo uso de
la autorizacióndel Papay siguien-
do sus consejos, los Reyes Católi-
cos nombraron Inquisidores a fray
Juan de SanMartín, bachiller en Te-
ología y a frayMiguel deMorillo doc-
tor en Teología. Su responsabilidad, de-
cía el edicto, no se exigiría ante el Papa sino
ante la Corona.
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Escudo inquisicion.
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