Revista Farmacéuticos - Nº 116 - Enero-Marzo 2014 - page 30

personalidad y espiritualidad. Porque
nos sentimos conciencia, sentimos a
Dios conciencia, es decir, persona, y
porque anhelamos que nuestra
conciencia pueda vivir y ser
independiente del cuerpo,
creemos que la persona divina
vive y es independientemente
del Universo, que es su
estado de conciencia ad
extra. Lo único de veras
real es lo que siente,
sufre, compadece, ama y
anhela, es la conciencia;
lo único sustancial es la
conciencia. Ynecesitamos a
Dios para salvar la
conciencia; no para pensar la
existencia, sino para vivirla; no
para saber por qué y cómo es,
sino para sentir para qué es. El amor es un
contrasentido si no hayDios. Creo enDios
como creo enmis amigos –decía Unamuno
–, por sentir el aliento de su cariño y su
mano invisible e intangible queme trae y
me lleva yme estruja, por tener íntima
conciencia de una providencia particular y de
unamente universal queme trabami propio
destino.
Tímidamente, inquirí que si Dios es una
necesidad del hombre, eso no significa
que tenga que existir. DonMiguel me
mandó al cuerno yme dijo que
si el
hombre se cruza de brazos, Dios se
echa a dormir
. Fernando Savater terció
en esemomento para apoyar la lógica de
mi pregunta, argumentando que nadie
tendría experiencias religiosas si
previamente no conociera que hay una
religión
que reclama fe y adhesión. Le
agradecí su intercesión pero discrepé de su
propia lógica: ¿Entonces, quién reveló al
primer ser humano religioso sus ideas?
¿Dios? Savater acababa de pisarse el cordón
de sus zapatos. Pero, a pesar de ello,
continuó afirmando que la creencia religiosa
no depende de lo que sabemos ni de lo que
pensamos sino de lo que irremediablemente
apetecemos y de lo que tenemos. ¡Caramba!,
dije, esta visión alienante de la religión está
un poco rancia; ya la ofrecieron, y no con
mucho éxito, Feuerbach yMarx. Alo que
Savater me contestó en un tono conciliador,
afirmando que las tradiciones religiosas
pertenecen a la interpretación y valoración de
la existencia humana en el mundo, no a la
descripción del funcionamiento de éste, que
corresponde a la ciencia.
Lo acepté de buen grado, a pesar de que
muchos laicistas –que no laicos– se empeñan
en que la ciencia asuma el papel de las
tradiciones religiosas. Pero lemostrémi
desacuerdo con que la religión cumple
funciones indispensables de cohesión y de
vertebración social simplemente porque
estamos dispuestos a llamar
religión
a todo
lo que sirva para cohesionar y vertebrar a las
comunidades humanas. También llamamos
política a todo lo que sirve para
descohesionar a las sociedades, pero eso no
es cierto; la política es algo que, como decía
HannahArendt, se basa en el hecho de la
pluralidad
de los hombres
, mientras que la
filosofía, la teología o incluso la ciencia se
ocupan siempre
del hombre; la política, en
cambio, trata del estar juntos y los unos con
los otros de los diversos.
Es decir, para
Arendt, el punto central de la política es
siempre la preocupación por el mundo y no
por el hombre, donde lo político únicamente
vale comomedio para proteger la
subsistencia de la sociedad y la productividad
del libre desarrollo social. Así pues, el
sentido de la política es la libertad
.
Bueno –me dijo Savater haciendomás caso
al espíritu deArendt que amí–, estoy
dispuesto a aceptar que las religiones no han
sido solamente ideologías de vertebración
social: han brindado algomás personal a sus
fieles, una protección y una esperanza
trascendentes que ningún principio ético o
político –por racionalmente atinado que sea–
es capaz por sí mismo de ofrecer. Ycon ello,
comenzamos a hablar de la
fe
.
Reconozco que Savater me sorprendió
cuandomanifestó que las respuestas de la
ciencia cancelan la pregunta a la que
responden y nos permiten preguntarnos cosas
nuevas, mientras que las respuestas de la
filosofía y de la teología abren y ahondan
más la pregunta a la que se refieren; y
aunque nos conceden plantearla de una forma
nueva omás compleja, no la cancelan jamás
totalmente. Yo le contesté que negaba la
mayor, ya que o bien Savater no entiende qué
es la ciencia o, lo que es peor, tiene de ella
P
de Rebotica
LIEGOS
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LA REALIDAD BAJO LAALFOMBRA
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