E
n el anterior artículo de
Pliegos de
Rebotica
Dios
había salido a colación y, en
consecuencia, lo
sagrado
hacía acto de
aparición; era inevitable, hablando sobre la
inmortalidad. Savater quiso poner un punto
de racionalidad en la cuestión, algo que
resultaba complicado dada lamateria. Sea
como fuere, comentó que sacralizamos algo
cuando lo ponemos aparte, cuando queda
resguardado de las técnicas generales de
transformación de lo dado: tiene valor pero
no utilidad. En realidad –parecía
contradecirse– todo lo que tiene valor
también tiene utilidad, aunque sea como
referente o como reserva espiritual.
Yo, modestamente, dije que paramí el valor
no viene definido tanto por la
intercambiabilidad sino al revés; pero,
probablemente, hubiera podido argumentar
todo lo contrario yme habría quedado tan
contento.
Es el reconocimiento de la sagrado lo que
nos define como humanos decía Savater y, a
diferencia de lo que cree cierto naturalismo
ingenuo, lo sagrado no
es preocupación y
exigencia de los
dioses, sino
preocupación y
exigencia de
los humanos. Yo
le dije que eso
mismo debía pasar a la religión, lo que
ocurre es que a lamayoría de los ateos no les
interesa esta visión de la religión, porque les
tuerce sus argumentos. Al fin y al cabo, no
creo que Dios necesite ninguna religión.
Naturalmente, era inevitable que el único
cardenal de la Iglesia Católica –CarloMaria
Martini– que estaba presente interviniese en
esemomento, afirmando que incluso entre
los no creyentes debe llevarse a cabo una
difícil lucha para no reducir al Dios en el que
no creen a ídolo dotado de atributos
impropios. Sin embargo fue el inefable Don
Miguel el que se atrevió a saltarse la
supuesta prelación cardenalicia en lamateria
–si no, no se hubiera llamadoUnamuno– al
aseverar que
Dios es la personalización del
Todo, es la Conciencia eterna e infinita del
Universo, Conciencia presa de lamateria y
luchando por libertarse de ella.
Personalizamos al Todo para salvarnos de la
nada.
No contento con ilustrarnos a todos sobre la
materia, insistió: la creencia en un
Dios personal y espiritual
se basa en la creencia
en nuestra
propia
SantiagoCuéllar
P
de Rebotica
LIEGOS
29
LA REALIDAD BAJO LA ALFOMBRA
Diálogos alienígenas
sobre la inmortalidad
(
y
II)
