P
de Rebotica
LIEGOS
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RELATOS
Aragón estaba gobernado por los judíos ocultos que
aparentaban ser cristianos.
SegúnZurita intentaron sobornar con grandes sumas
de dinero, a los mismos Reyes. Cando esto fracasó de-
cidieronmatar a los Inquisidores. Juglar murió envene-
nado con unas rosquillas, según cuenta Lea.Yen la no-
che del 14 de Setiembre de 1485 y mientras estaba
orando en la Iglesia,Arbués fue apuñalado. Pocas horas
despuésmoría sin decir una palabra contra sus asesinos.
El Papa Pio IX lo canonizó en 1867.
Lamuerte deArbués dio libertad a los Inquisidores.
Los asesinos fueron ejecutados y todos los intentos de
soborno fracasaron. El poder de los judíosdeAragón fue
anulado.
Hacia 1486 surgió el tremendo crimen del SantoNi-
ño de la Guardia. Desde que el padre Fita publicó en
1887 en el “Boletín de laRealAcademia de laHistoria”
el relato completo de las pruebas en el juicio de uno de
los acusados, transcribiéndolo del manuscrito original,
no puede sostenerse que todo ello fuera ni un mito, ni
una propaganda antijudía.
Fuera de España casi no se ha hecho caso de este
valioso documento, Sabatini y Lea lo tratan a la ligera.
Pero lo que es también importante y que nunca se tie-
ne en cuenta fue la reunión de todos los documentos y
su envío a Salamanca para que un jurado compuesto
por siete notables profesores, que ocupaban importan-
tes cátedras en la Universidad dieran su veredicto. Por
unanimidad consideraron culpables a los acusados. Los
Inquisidoresmandaron la documentación a un segundo
juradode hombres letrados deÁvila. Cada unode ellos
declaró que “de acuerdo conDios y su conciencia” los
acusados eran culpables. El 16 de Noviembre de 1491
y en presencia de todos los ciudadanos de Ávila se le-
yó la sentenciay seejecutóa losculpables:Benito, Juan
Franco, Juan de Ocaña, Yué y Ca.
En todo el Reino estallaronmotines contra los ju-
díos, muchos fueron muertos a palos y pedradas por
el pueblo. Este juicio coincidió con la conquista de
Granada. Cuando los Reyes se enteraron de los gra-
ves disturbios que estaban ocurriendo contra los ju-
díos enviaron cartas de salvoconductos enDiciembre
de 1491, prohibiendo dañar a los judíos y sus propie-
dades, bajo penas que podían llegar hasta la muerte.
Durante los últimos siglos hemos sufrido una té-
trica leyenda negra acerca
del salvajismo de la Inqui-
sición española. SegúnMa-
dariaga: “
El cuadro de te-
rror, dolor, odio y repulsión
que pintanMarkham, Lea y
demás es pura ilusión
”. Y
según Maistre: “
Las insti-
tuciones no se las deba juz-
gar por los males que cau-
san, si no por los que
evitan
”. Gracias a la Inqui-
sición, España se vio libre
de las guerras de religión que causaros miles de
muertos en Europa y del horror de la caza de brujas
en la llamada “alegre Inglaterra”, en las que se cal-
culan unas setenta mil las mujeres ejecutadas en vir-
tud de la ley contra la brujería que dictó Jaime I. O
en Escocia con la crueldad de los borceguíes, instru-
mentos de tormento judicial. Y en 1486 los Inquisi-
dores alemanes publican el “Malleus Maleficarum”
que era el reglamento para la tortura de sospechosos.
La caza de brujas fue también el deporte favorito de
Alemania con decenas de miles de victimas. Por el
contrario la Inquisición española no consideraba es-
te “crimen” de brujeríamas digno de pena que la del
ridículo. Aunque hubiera algunos juicios como el de
Logroño en 1610.
Según un folleto aparecido en 1911 titulado
Almana-
que de la Inquisición
, durante todo el reinado de Isa-
bel I de Castilla no llegaron a dos mil los ejecutados
incluyendo no solo a los judíos encubiertos también
contando a los ladrones de iglesias, bígamos, blasfe-
mos, sacerdotes que casaban engañando a las muje-
res sobre su verdadero estado, empleados de la In-
quisición que violaban a las prisioneras etc... Entre
ellos cuatro frailes, tres sacerdotes, un doctor en Te-
ología. Todos judíos encubiertos, enemigos del Esta-
do y de la Iglesia.
Pero la verdadera historia de la Inquisición espa-
ñola es difícil saberla. Todos los estudios se han ba-
sado sobre el trabajo de Llorente (1756-1823), sacer-
dote afrancesado y masón, empleado del Santo
Oficio que por susmalversaciones (11.000.000 de re-
ales según afirma Menéndez y Pelayo) fue despedi-
do y se vengó destruyendo un numero incalculable
de registros que contradecían sus afirmaciones y uti-
lizando otros de una manera pérfida en su “Historia
de la Inquisición” editada en 1817,(en Francia) cre-
ando una monstruosa leyenda que la mayoría de los
historiadores han tomado como cierta, sin molestar-
se en investigar en otras fuentes.
Hacía años que Isabel y Fernando meditaban la
expulsión de los judíos y por fin los Soberanos, cu-
yo poder había aumentado al terminar victoriosa-
mente la guerra deGranada, decidieron promulgar el
famoso edicto del 31 de Marzo de 1492 expulsando
a los judíos. ¡Doscientos años después de que fueran
expulsados de Francia!
Pero esto se ha olvidado y
ahora parece que sola-
mente España expulsó a
los judíos. ¡Así escriben
nuestra Historia!
Pero esto pertene-
ce ya a otro episodio. Te-
ma interesante por susmo-
tivos, su desarrollo y sus
consecuencias. En otro
momento charlaremos so-
bre todo eso.
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Escudos de laDiputacióndel ReinodeAragón.
