P
de Rebotica
LIEGOS
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que las torturas de los indios son
algo legítimo, insigne, cristiano y
preside sosegadamente un auto de fe
de herejes. Por el contrario,
Cervantes promueve al perdón, cree
en la bondad y en la libertad de
conciencia.
También discrepan en el terreno
literario; adoptan puntos de vista
completamente opuestos. Lope,
hombre perspicaz y sagaz, alcanza
pronto el éxito. Propone una nueva
moda teatral:
El arte nuevo de
hacer comedias desde tiempo
(1609);
según él, las piezas clásicas
se hacen estériles, porque reprimen
el movimiento y el empuje popular.
Cervantes, no podía tampoco
encerrarse en el marco de una
tradición, pero rehúsa seguir
ciegamente la moda; él pide que el
arte sea libre, fuerte y limpio; en su
opinión, él no será escolástico y no
se someterá a las estrechas
fórmulas clásicas, pero, por otra
parte, no hay que ceder ante los
antojos de los modernos
arregladores de comedias.
AMIGOS
Cervantes y Lope de Vega habían
sido amigos desde 1583, cuando se
conocieron en casa del cómico
Jerónimo Velázquez, calle de
Lavapiés en Madrid. Lope
frecuentaba la casa con asiduidad,
como enamorado de la hija de éste,
Elena Osorio, y Cervantes, por su
parte, acudía con la secreta esperanza
de que el cómico Velázquez le
pusiera en escena alguna comedia.
Se estimaron durante algún tiempo,
como se puede apreciar en la
Galatea
(libro VI,
Canto de Calíope
)
Cervantes saludaba su joven y
talentoso amigo Lope:
Muestra en un ingenio la experiencia
que en años verdes y en edad temprana
hace su habitación ansí la ciencia
como en la edad madura, antigua y cana.
No entraré con alguno en competencia
que contradiga una verdad tan llana
y más si acaso a sus oídos llega
que lo digopor vos, Lope de Vega.
Lope, a su vez, incluye alabanzas a Cervantes en su
Arcadia
(1598).
Y Cervantes alaba a Lope en un soneto que escribió
para los preliminares de
La Dragontea
(1598).
Y nuevamente Lope, hacia 1600, en
La viuda
valenciana
, elogia la vida y obra de Cervantes con
claridad:
Aqueste es la Galatea,
que si buen libro desea,
no tiene más que pedir.
Fue su autor Miguel Cervantes,
que allá en la Naval perdió
una mano…
ENEMIGOS
En 1602 se encuentran ambos en Sevilla, en casa
de Juan de Ochoa. En su academia poética se leen
unos sonetos burlescos contra Lope y a Cervantes
se le atribuye el siguiente:
Lope dicen que vino. –No es posible.
¡Vive Dios, que pasó por donde asisto!
No lo puedo creer.-¡Por Jesucristo!
Que no os miento.-Callad, que es imposible.
¡Por el hijo de Dios, que sois terrible!
Digo que es chanza.-Andad, que ¡voto a Cristo!
Que entró por Macarena. -¿Quién lo ha visto?
Yo le vide. –No hay tal, que es invisible.
¿Invisible, Martín? Eso es engaño,
porque Lope de Vega es hombre, y hombre
como yo, como vos y como Diego Díaz.
¿Es grande? –Sí, será de mi tamaño.
Si no es tan grande, pues, como es su nombre,
cágome en vos, en él y en sus poesías.
Su enemistad se reforzó aún más con este soneto de
cabo roto:
Hermano Lope, bórrame el soné—
de versos de Ariosto y Garcilá—,
y la Biblia no tomes en la ma—,
pues nunca de la Biblia dices lé—.
También me borrarás La Dragonté—
y un librillo que llaman del Arcá—
con todo el Comediaje y Epitá—,
y, por ser mora, quemarás la Angé—,
Sabe Dios mi intención con San Isi—;
mas puesto se me va por lo devó—,
bórrame en su lugar El peregri—;