Revista Farmacéuticos - Nº 112 - Enero/Marzo 2013 - page 12

El rey y patrono de la ciudad de Huánuco es el
Señor de Burgos. Su imagen es paseada en
procesión, por sus calles, cada 27 de octubre, y
fieles de todo el Perú acuden allí en busca de
favores o a agradecer los recibidos. El novenario
en su honor se desarrolla todos los años durante
nueve días seguidos, con la participación de las
provincias integrantes del departamento, para
terminarlo el 28 de ese mes.
La reseña histórica de la imagen la describe
someramente el escritor Virgilio López Calderón.
“Imagen tallada en madera, llegó al Perú en el
siglo XVI y pertenece a la época renacentista. La
primera morada que albergó el Señor de Burgos fue
una iglesia de la orden agustina, pero tras su
colapso (derrumbe) fue trasladada a San Cristóbal
inaugurada en 1542”. No especifica la fecha del
colapso, posiblemente se refiere al terremoto de
1746, y desde entonces permaneció en ese templo
hasta su traslado último, en 1930, a la Catedral de
Huánuco, para desde allí, ser guía y patrón de
todos los huanuqueños.
El origen de la fiesta patronal data del 28 de
octubre de 1746, día en el cual el pueblo, y casi
toda la nación, sufrió los estragos de un devastador
terremoto, y, abatido por esta desgracia, recurrió al
Señor de Burgos pidiéndole que le librase de su
completa ruina, prometiendo tributarle, cada año,
un culto especial como recuerdo inolvidable de su
providencial protección. Desde aquellos tiempos, el
pueblo huanuqueño brinda sus mejores afectos a su
santo protector, el Señor de Burgos. El culto se
desarrolla en toda la ciudad desde el 23 al 30 de
octubre. Es una de las más hermosas fiestas
patronales a nivel del Perú, con la originalidad de
sus manifestaciones ancestrales. Del himno al
Señor de Burgos, por razón de brevedad, transcribo
el coro:
Oh Señor de Burgos,
de Huánuco Rey,
tesoro divino
de amor y de fe.
A las tres poblaciones
aludidas arriba, donde se
venera al Señor de
Burgos, hay que
agregarles una “sucursal”:
la ciudad de Trujillo, y no
como algo secundario o
realizado sencillamente en
un rincón de esta
población, sino calado
hondo en los corazones de
los huanuqueños que, por
circunstancias de la vida,
se trasladaron a esta
ciudad buscando otra forma de vivir.
El 28 de febrero del 2009, después de la
creación del Club Huánuco (casa regional de
Huánuco) en Trujillo el 23 de febrero del año
anterior, los huanuqueños de la emigración
quisieron poner alto su amor y devoción al Señor
de Burgos, compitiendo noblemente con los
originarios serranos. Hoy, cuando los trujillanos
van incrementando las filas de los devotos del
Santo Cristo de Burgos, los actos en su honor se
realizan de forma similar a los de la ciudad serrana,
incluidos procesión y festejos populares.
Al norte del Perú se encuentra el departamento
de Amazonas, en plena selva baja; su capital es San
Juan Frontera de los Chachapoyas (quedemos con
Chachapoyas), fundada por los españoles en 1538 y
heredera, por tanto, de una profunda fe católica. En
el barrio de La Laguna, Plazuela de la
Independencia, está la iglesia del Señor de Burgos..
No se sabe aún la fecha exacta de la llegada de tan
bella imagen a la ciudad; es posible que fuera
traída por algún devoto español durante el siglo
XVIII. Solo se puede afirmar que a finales de ese
siglo ya se la veneraba en la ciudad, como se puede
constatar en documentos del Archivo Regional. En
bastantes casas, una copia reducida de Señor de
Burgos, preside los rezos de sus moradores, pero la
ciudad se vuelca en la manifestación del amor a su
Cristo a comienzos de la cuaresma.
Por fin queda otro lugar, esta vez una pequeña
aldea, de nombre Picoy, en el encantador valle de
Palcomayo, a poco más de una docena de
kilómetros de Tarma, la Perla de los Andes, donde
se encuentra y venera otra imagen del Señor de
Burgos. La única información llegada a mi
conocimiento es que fue llevada al pueblito en
tiempos de la Colonia, que es una hermosa talla,
que los lugareños la tienen doblemente como un
tesoro: por el cariño y devoción que la profesan y
por el valor artístico que atesora.
A poco más de un tiro de piedra de Picoy, otra
grata sorpresa espera al viajero que ronde por estos
bellos paisajes, el Señor de Muruhuay, santuario
moderno, bello y grandioso. La efigie del Señor de
Muruhuay, pintada sobre la pared de una roca
natural, superpuesta una sencilla cruz grabada
anteriormente, a lo que parece por un soldado
español, en agradecimiento al Señor por haberle
salvado la vida en la batalla de Junín (1824), y que
otro español, en 1940 transformó en la hermosa
pintura actual.
Fueron los agustinos, sin quitar la colaboración
de otros piadosos burgaleses, quienes, devotos del
Santo Cristo de Burgos, el original, con un celo
admirable, extendieron su devoción, no solo por los
diversos puntos de España, sobre todo por el sur,
sino también por las nuevas tierras que se iban
conquistando y cristianizando en el Nuevo
Continente.
P
de Rebotica
LIEGOS
12
Imagen del Cristo de
Burgos que se venera
en la Iglesia de San Gil.
1...,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11 13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,...52
Powered by FlippingBook