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Panorama Actual del Medicamento
NUEVOS FÁRMACOS
en los cánceres de mama localmente avanzados
y en aquellos que midan más de 2 cm o que
tengan adenopatías axilares. Los fármacos más
utilizados son las antraciclinas y los taxanos, en
combinación con otros agentes (ciclofosfamida,
5-fluorouracilo, carboplatino, etc.). La intención
de este tratamiento en los casos de tumores
operables consiste en conseguir la disminución
del tamaño tumoral para practicar una cirugía
conservadora, con preservación de la mama, y
la valoración de la respuesta a la quimioterapia
para posteriores tratamientos; y, en el caso de
los tumores localmente avanzados e inflamato-
rios, no operables de inicio, se busca reducir el
volumen tumoral para poder realizar una cirugía
– que no será ya conservadora –, con márgenes
libres de enfermedad.
Por su parte, la indicación de la
quimioterapia
adyuvante
– la que se administra después de la
cirugía – depende de los factores pronósticos
clásicos, que son la edad, el tamaño tumoral,
la afectación ganglionar axilar, el grado de di
ferenciación celular (grado histológico) y los re-
ceptores hormonales presentes. Actualmente se
dispone de test bioquímicos que permiten valo-
rar el grado de agresividad el tumor, basándose
no sólo en factores clásicos como el grado de
diferenciación o el tamaño, sino también en la
presencia o no de varios genes con capacidad
de inducir metástasis. Con la determinación
del perfil genético, se puede definir mejor la
probabilidad de recidiva a distancia y pautar un
tratamiento más personalizado (en pacientes de
bajo riesgo, hormonoterapia y, en los de alto
riesgo, quimioterapia).
La quimioterapia utilizada depende del riesgo
de recaída, pero en un 80% se utilizan taxanos
y antraciclinas, evitando los taxanos en aquellos
casos con tumores menores de 2 cm (grado I),
sin afectación ganglionar y posmenopáusicas, ya
que su utilización no ha demostrado mejoría en
la supervivencia libre de progresión tumoral. Un
metaanálisis (
Bria, 2006)
englobando estudios
en los que se emplearon esquemas de quimiote-
rapia como el clásico CMF (ciclofosfamida, me-
totrexato y 5-fluorouracilo) y esquemas basados
en antraciclinas, como FAC (5-fluorouracilo,
doxorubicina y ciclofosfamida) o FEC (5-fluo-
rouracilo, epirubicina y ciclofosfamida), pero sin
incluir los taxanos ni el trastuzumab, demostró
que la quimioterapia adyuvante de 6 meses
de duración con esquemas basados en antra
ciclinas, como FEC y FAC, reduce el riesgo anual
de muerte por cáncer de mama en un 38%
en las mujeres menores de 50 años y en casi
el 20% en mujeres con edades comprendidas
entre los 50 y 69 años, con independencia del
uso de tamoxifeno, el estado de los receptores
hormonales, la afectación de los ganglios axila-
res u otras características del tumor. Además,
este metaanálisis demostró que los esquemas
con antraciclinas disminuyen significativamente
tanto la probabilidad de recidiva como el riesgo
de muerte por cáncer, cuando se comparan con
el esquema clásico de CMF.
Los pacientes que presentan metásta-
sis ganglionares regionales (axilares) tienen
un mayor riesgo de recidiva, sobre todo si
hay afectación de 4 o más ganglios. En estos
casos, la asociación de los taxanos (docetaxel
o paclitaxel), generalmente, a los esquemas
de quimioterapia con antraciclinas mejora cla-
ramente la supervivencia libre de enfermedad
y la supervivencia global. En las pacientes con
tumores que sobreexpresan la proteína
Her-2
,
se debe asociar al tratamiento el anticuerpo
monoclonal específico frente el receptor
Her-2
:
trastuzumab. La asociación de éste con la qui-
mioterapia adyuvante reduce alrededor de un
50% el riesgo de recaída en pacientes operadas
de cáncer.
El cáncer de mama metastásico de inicio se
observa en un 10% de los casos. En el segui-
miento de las pacientes diagnosticadas previa-
mente de enfermedad local, se observa metás-
tasis en el 50%. Los objetivos del tratamiento
paliativo del cáncer metastásico son lograr un
alivio sintomático y proporcionar una atención
emocional, social y espiritual para el enfermo y
la familia, utilizando un tratamiento oncoespe-
cífico (quimioterapia, hormonoterapia, radiote-
rapia) que haya demostrado, en un análisis de
riesgo-costo-beneficio previo, la conveniencia
de su utilización.
La quimioterapia antitumoral ha mostrado
beneficio en el incremento de la supervivencia
y de la calidad de vida en las pacientes con cán-
cer de mama, pero no siempre está indicada. La
elección de la quimioterapia en cada paciente
depende varios factores: si recibieron quimio-
terapia adyuvante y la recaída tiene lugar en
menos de 1 año, no se vuelve a utilizar el ré-
gimen empleado en la adyuvancia; si la locali-
zación es crítica y la carga tumoral importante,
se necesitan esquemas rápidamente activos y
generalmente más tóxicos; la edad y la comor-