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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
clorato potásico, cloruro de benzalconio,
etc.
––
Antibióticos de acción local
: Bacitracina,
tirotricina, neomicina, polimixina B, etc.
––
Antiinflamatorios:
Corticoides de baja
potencia (hidrocortisona) o en concentra-
ciones muy bajas (dexametasona).
––
Descongestionantes, demulcentes y ex-
pectorantes
. Mentol, terpineol, esencia de
pino, eucalipto, etc.
La faringoamigdalitis estreptocócica es una
entidad autolimitada que se resuelve espontá
neamente en 3 o 4 días. Sin embargo, es habi-
tual recurrir a un tratamiento antibacteriano a
fin de prevenir la fiebre reumática y acortar del
periodo de síntomas. La bencilpenicilina ben
zatina intramuscular es capaz de prevenir la
fiebre reumática, pero, debido al dolor de la
inyección, ha sido sustituida por la fenoxime-
tilpenicilina (penicilina V) oral, a la que se con-
sidera tratamiento de elección de la faringitis
estreptocócica, reservándose la bencilpenici-
lina benzatina para casos de vómitos o cuando
existan dudas sobre el cumplimiento del trata-
miento oral, o en zonas de elevada prevalen-
cia de fiebre reumática. Si el cumplimiento es
correcto, puede optarse por administrar uno
de los siguientes regímenes: fenoximetilpen-
cilina oral o amoxicilina durante 10 días más
rifampicina (20 mg/kg/día) 4 o 5 días; clinda-
micina, 20 mg/kg/día (600 mg/día en adultos),
en 2-4 dosis durante 10 días; y amoxicilina-cla-
vulánico (40 mg/kg/día) en 3 dosis durante 10
días. Algunas cefalosporinas orales, como la
cefuroxima axetilo y la cefpodoxima proxetilo
así como el macrólido azitromicina, también
pueden ser útiles. La causa más importante de
fracaso terapéutico es el mal cumplimiento del
tratamiento, aunque en muchas ocasiones lo
que se entiende como un “fracaso terapéu-
tico” es, en realidad, una reinfección por otra
cepa distinta de estreptococo del grupo A.
Valoración
Es importante tener en cuenta que la farin-
gitis es una condición patológica muy variable
y es un ejemplo de cómo la evolución de pro-
cesos aparentemente banales puede dar lugar
a complicaciones importantes. En este sentido,
una faringitis irritativa (debida al tabaco) o una
faringoamigdalitis recurrente pueden dar lugar
a un cuadro de faringitis crónica. Asimismo,
un paciente con faringoamigdalitis puede pre-
sentar dolor de oídos, que puede deberse a la
afectación de los nervios por la inflamación o
bien a una otitis si la infección se extiende.
El conocimiento de la etiología de la faringi-
tis
no es un tema menor, ya que el tratamiento
antibiótico incorrecto supone un coste econó-
mico innecesario, expone al paciente a efectos
secundarios y, lo que es aún más importante,
contribuye a la génesis de resistencias
bacte-
rianas a los agentes antibacterianos. En nues-
tro país, el uso indiscriminado que durante
bastante tiempo se hizo de los antibióticos
betalactámicos es responsable en buena parte
de la elevada tasa de resistencia de los neu-
mococos (
Streptococcus pneumoniae
) frente a
estos antibióticos.
Es difícil diferenciar a simple vista si una fa-
ringitis infecciosa es de origen viral o bacte-
riano. En ambos casos la mucosa faríngea apa-
rece inflamada leve o intensamente y puede
estar recubierta por una membrana y pus. Se
produce fiebre, los ganglios se inflaman y se
incrementa el número de leucocitos en ambos
casos, aunque de forma más intensa en la es-
treptocócica. En el 50% de los cuadros de fa-
ringitis no se puede precisar el microorganismo
responsable. De la otra mitad, entre el 70 y el
80% se deben a procesos virales y el resto (20-
30%) son causadas por bacterias (estreptococo
ß-hemolítico). Los casos de faringitis virales se
suelen acompañar de moqueo persistente, tos,
ronquera, conjuntivitis y diarrea y por lo ge-
neral son procesos leves y autolimitados. Si se
sospecha un cuadro de naturaleza infecciosa,
se hace necesario remitir el paciente al médico
para realizar una exploración local, regional y
general. Si no existen síntomas de gravedad se
puede tratar a nivel ambulatorio. Si el paciente
presenta signos de gravedad, como trismus o
torticolis, debería ser hospitalizado o sometido
a exploraciones más amplias.
Generalmente, la exploración clínica no per-
mite establecer definitivamente la etiología de
la faringoamigdalitis pero, en general, la afec-
tación de varias mucosas (conjuntivitis, rinitis,
ronquera, tos, diarrea y estomatitis) orienta