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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Aproximación terapéutica
El tratamiento definitivo se logra mediante
la eliminación del líquido pericárdico, ali-
viando así la presión intrapericárdica y me-
jorando el estado hemodinámico. La mayoría
de los pacientes requieren un drenaje peri-
cárdico temprano, ya que suele empeorar la
clínica cuando la función hemodinámica se ve
muy alterada.
La eliminación del líquido pericárdico se
puede lograr mediante la pericardiocentesis
con catéter, drenaje quirúrgico con o sin pe-
ricardiectomía, o pericardiectomia toracoscó-
pica. La periocadiocentesis con catéter guiada
por ecocardiografía es la técnica de elección
en la mayoría de los pacientes. Sin embargo
en aquellos pacientes con taponamiento car-
diaco hemorrágico por rotura cardiaca, está
indicada la cirugía inmediata como primera
elección.
PERICARDITIS CONSTRICTIVA
La pericarditis constrictiva es un trastorno en
el que el pericardio esta engrosado, cicatricial y
con frecuencia calcificado y que limita el llenado
diastólico de los ventrículos.
En condiciones normales, la presión in-
tratorácica disminuye durante la inspiración
facilitando el retorno venoso al corazón de-
recho. En la pericarditis constrictiva el límite
del volumen cardiaco se ve limitado por una
membrana rígida e inelástica. De esta manera
se afecta el retorno venoso al corazón, las
presiones intracardiacas y alteración del lle-
nado ventricular.
Aproximación etiológica
Aunque la pericarditis aguda de casi cual-
quier causa puede evolucionar hacia una peri-
carditis constrictiva, las causas más frecuentes
son los procesos idiopáticos, los traumatismos
y la cirugía sobre el corazón, la tuberculosis y
otras enfermedades infecciosas, los tumores, la
radioterapia, la insuficiencia renal y las enferme-
dades del tejido conectivo.
Aproximación clínico-diagnóstica
Los pacientes con pericarditis constrictiva tí-
picamente presentan síntomas relacionados con
la sobrecarga de líquidos, que van desde edema
periférico hasta anasarca y síntomas relaciona-
dos con disminución de gasto cardiaco en res-
puesta al esfuerzo.
En general, los enfermos muestran fatiga, dis-
nea, dolor torácico, aumento del peso corporal,
molestias abdominales, nauseas y aumento del
perímetro abdominal. En la exploración física
puede destacar la presencia de ascitis, hepa-
toesplenomegalia y edemas. La presión venosa
yugular suele estar elevada y muestra ondas de
descenso Y, ondas X profundas, que no dismi-
nuyen con la inspiración (signo de kussmaul).
El pulso paradójico (una caída exagerada de la
presión arterial sistémica mayor de 10 mmHg
durante la inspiración) puede aparecer cuando
se asocia derrame pericárdico.
La auscultación de un roce pericárdico al
mismo tiempo que el tercer tono cardiaco es
patognomónico, aunque muy infrecuente.
Diagnóstico:
Los pacientes con sospecha de pericarditis
constrictiva, con base en la historia clínica y el
examen físico, deben someterse a la realización
de un ECG, una radiografía de tórax y un eco-
cardiograma para completar el estudio inicial.
En el ECG son frecuentes encontrar bajos vol-
tajes en los complejos QRS y alteraciones ines-
pecíficas en las ondas P y T. En casos avanzados
se puede ver en el ECG una fibrilación auricular
por aumento de las presiones auriculares. La
silueta cardiaca puede ser normal o grande, y
puede observarse calcificación pericárdica en la
mitad de los pacientes.
La técnica de imagen más recomendada para
el diagnóstico y seguimiento de la pericarditis
constrictiva es la ecocardiografía. El engrosa-
miento y la calcificación del pericardio, así como
la disminución del llenado ventricular, producen
cambios característicos. Sin embargo, la nor-
malidad del estudio ecocardiográfico práctica-
mente descarta el diagnóstico.
Otros métodos diagnósticos como la reso-
nancia magnética o la tomografía computeri-
zada determinan con más exactitud el grosor