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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
las articulaciones y con el fin de aumentar el flujo
de sangre para eliminar los productos de degra-
dación de sangre, se forma una red de capilares
debajo de la membrana sinovial hipertrofiada. Por
este motivo, cualquier intento no controlado de
rehabilitación de la articulación podría provocar
que las vellosidades sinoviales quedasen atrapa-
das en el espacio articular, pudiendo romperse
con el movimiento de las articulaciones, con la
consiguiente ruptura de los vasos subsinoviales y
provocar hemorragia. Obviamente, la aparición de
una nueva hemorragia aumentaría la irritación en
la membrana sinovial, lo que incrementaría la pro-
babilidad de atrapamiento sinovial posterior y san-
grado, dando lugar a círculo vicioso de sangrado,
sinovitis y hemorragias articulares. A medida que
la enfermedad articular progresa, se produce la
remodelación ósea, y aumenta la actividad os-
teoclástica, lo que resulta en una pérdida de den-
sidad mineral ósea que culmina en la osteoporosis.
Prevención y tratamiento
Hace ya más de 150 años que se conocen los
beneficios de la transfusión de sangre para con-
trolar la hemorragia relacionada con hemofilia y
hace casi un siglo (1923), que Feissly demostrara
la superioridad de plasma sobre la sangre total
para este fin. La introducción en la década de
1970 de los concentrados con factores derivados
del plasma permitió un tratamiento mucho más
eficaz y funcional, así como una notable reduc-
ción de la morbilidad y mortalidad asociadas a la
hemorragia.
Esta favorable evolución del
tratamiento de
restauración
o
de reemplazo
de los factores
sanguíneos implicados en las coagulopatías here-
ditarias sufrió a principios de la década de los años
80 del pasado siglo un grave revés. Nada menos
que tres de cada cuatro pacientes con hemofilia
grave acabaron infectados por el virus de la inmu-
deficiencia humana (VIH) y prácticamente todos
con el de la hepatitis C (VHC), como consecuencia
de la transfusión de concentrados de plasma con-
taminados. En las décadas siguientes, la seguridad
de estos productos se convirtió un elemento clave
y derivó en la producción de concentrados no con-
taminados biológicamente, gracias a la incorpo-
ración de dobles sistemas de inactivación viral. A
ello, cabe agregar la disponibilidad de análogos
recombinantes de los factores naturales, caren-
tes por completo de riesgo de contaminación por
virus humanos.
Sin embargo, tanto los medicamentos de ori-
gen extractivo, a partir de plasma humano, como
los de origen recombinante siguen teniendo un
problema importante que puede limitar o incluso
anular su utilidad: la producción de
inhibidores
en
la sangre de los pacientes.
Los objetivos principales de la terapia son pre-
venir la hemorragia y en su caso tratarla, así como
sus complicaciones y secuelas, restaurar y mante-
ner la función articular e integrar a los pacientes
en la vida social normal (
Arrieta, 2012
). Para ello,
los hemofílicos A moderados y leves se pueden
tratar con desmopresina y antifibrinolíticos en un
buen número de ocasiones; por el contrario, en las
formas graves, es preciso utilizar un tratamiento
sustitutivo con factor VIII o IX, según sea el caso, el
cual puede ser concentrado plasmático purificado
o recombinante. Las preparaciones disponibles en
España son:
––
Factor VIII
:
oo
Origen extractivo
:
Beriate
®
, Fanhdi
®
, Oc-
tanate
®
oo
Origen recombinante
:
octocog alfa
(
Ad-
vate
®
, Helixate
®
, Kogenate Bayer
®
),
mo-
roctocog alfa
(
RefactoAF
®
)
.
––
Factor IX
:
oo
Origen extractivo
:
Factor IX Grifols
®
, Im-
munine
®
, Mononine
®
, Nanotiv
®
,
oo
Origen recombinante
:
nonacog alfa
(
Benefix
®
,
)
En todos los casos, la cantidad de factor a in-
fundir dependerá de la gravedad de la hemorragia.
Así, para combatir hemorragias graves o de riesgo
vital se debe alcanzar un 100% de factor circu-
lante. Ante una hemartosis, el tratamiento debe ser
lo más precoz posible (antes de 4 horas) y ante la
duda, siempre se debe tratar. El objetivo de factor a
conseguir es de un 30-50% (habitualmente 20-40
U/kg de factor VIII y 30-60 U/kg de factor IX).
Adicionalmente, el
eptacog alfa activado
(
Novoseven
®
), una forma recombinante del Factor
VII activado, se encuentra indicado en episodios
hemorrágicos e intervenciones quirúrgicas en pa-
cientes con hemofilia heredada o adquirida con
inhibidores a los factores de coagulación (Factor
VII o Factor IX) > 10 UB o en pacientes con títulos
de anticuerpos < 10 UB, que se espera que tengan
una respuesta alta al Factor VIII o al Factor IX.