Como los establecimientos sanitarios, el ejercicio
profesional de médicos, farmacéuticos, flebótomos
y parteras, la atención de las boticas, etc. exigían
un contralor permanente, fue necesario crear un
organismo superior a cargo de una alta
competencia médica. El primer ensayo fue hecho
en 1537. Comenzó por nombrarse un
representante del Protomedicato de España, con el
título de “Substituto de Protomédico”.
Esta vigilancia, concretada en un principio a las boticas,
fue ampliada pocos años después.
Fue el Rey Felipe II, quien, ampliando la jurisdicción
del Protomedicato de España, que había sido creado
en 1477, estableció el primer Protomedicato de
América, en Lima, por Real Cédula de 11 de enero
de 1579.
En 1782 en el virreinato de las Provincias del Río
de La Plata, no había menos de 31 boticas
establecidas y 4 botiquines. De ellos 16 boticas y 3
botiquines se hallaban en Argentina, 11 boticas y
un botiquín en Bolivia y 4 boticas en el Uruguay.
Pero ya antes de 1763, existían las boticas de
presidio y aun con anterioridad las de los
conventos.
El paso del sistema colonial al republicano marca un
cambio fundamental en la historia de Bolivia.
Al nacer la República, se crearon los Colegios de
Ciencias y Artes, por decreto de 11 de diciembre de
1825, dándose así el respaldo legal al inicio de los
estudios de Medicina. El grado universitario de
Farmacéutico fue creado en el “Estatuto Melgarejo”
(1864).
Sin embargo el Protomedicato se puso en vigencia en
Bolivia por el Decreto del 6 de abril de 1830. La ley
de 4 de diciembre de 1893, creó los Tribunales
Médicos en las capitales de departamento y
tácitamente canceló el Protomedicato.
Por decreto de 21 de septiembre de 1929, se aprobó
el Reglamento de Farmacias, fijando las siguientes
normas para el ejercicio de la profesión:“sólo podrán
establecer nuevas farmacias los farmacéuticos que
posean diplomas otorgados o revalidados por las
facultades establecidas por ley”.
Este reglamento fue sustituido con el de 25 de enero
de 1939, documento modernizado y más completo
que el anterior, si bien, en lo concerniente al ejercicio
profesional del farmacéutico, sin ninguna adición de
importancia.
En julio de 1943 se realiza en la ciudad de La Paz el
Primer Congreso Químico-Farmacéutico Boliviano,
por iniciativa del Sindicato Químico-Farmacéutico de
dicha ciudad y bajo los auspicios del Ministerio de
Trabajo, Salubridad y Previsión Social. Entre las
principales resoluciones de este Primer Congreso
figura la creación de la Sociedad Boliviana de Química
y Farmacia y la aprobación del Estatuto respectivo.
Entre las más prestigiosas boticas fundadas en el siglo
XIX en Bolivia destacan las denominadas “Botica y
Droguería Boliviana”, establecidas en las ciudades de
La Paz, Cochabamba, Potosí y Sucre. Hasta hace pocos
años se encontraban en funcionamiento como
“Farmacia Boliviana” en Cochabamba, Potosí y Sucre.
La “Farmacia Boliviana” de Sucre, inicialmente de
propiedad del Dr. José Benigno Garnica, es refundada
el 1 de agosto de 1938 por la sociedad Carrasco y
Mercado, bajo la regencia del Dr. Julio Domingo
Carrasco; en 1949 pasa a ser propiedad exclusiva del
Dr. Carrasco e hijos, estando actualmente a cargo de
la tercera generación de bioquímico-farmacéuticos de
la familia. Fue una de las pocas farmacias de Sucre
donde se realizaban preparaciones magistrales y tiene
en existencia un gran número de drogas puras y
sustancias químicas. Cuenta con la exposición
permanente de un pequeño museo de farmacia muy
visitado y valorado. Ésta frmacia estuvo situada frente
a la catedral.
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Pliegos de Rebotica
2016
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Frascos de vidrio, botes, morteros y medicamentos y carteles
de propaganda en Farmacia Boliviana Sucre.
Remedios de origen animal y remedios de origen
vegetalutilizados por kallawaya.