por poner un ejemplo, un brazo o una pierna.Y
las gangrenas que nos rodean
hoy día son
gangrenas financieras, de ambiciones diversas, de
terrorismo, de crueldades infinitas como la
ejecución de un piloto jordano quemado vivo,
dentro de una jaula, rociando su cuerpo con
gasolina y convertido en antorcha después
. Es
algo que nos aterra, nos paraliza la mente. ¿A
dónde conduce tanta maldad?
¿A dónde lleva tanta incoherencia de respetar lo
tuyo y no respetar lo ajeno?
Necesitamos un mundo sin violencias,
necesitamos una dosis de caridad que nos enseñe
a comprender que el hambriento también
necesita dignidad, no limosna. Los protocolos
médicos de tratamientos del cáncer,
“quimioterapia”, suelen ser universales, iguales
aquí como en otros países, ¿no sería coherente
realizar para los males morales que nos asedian,
protocolos curativos universales también?
Si se realizan curaciones a medias, las heridas se
infectan, se gangrenan, y huelen a putrefacto. En
medicina se llama Gangrena gaseosa, en un 95%
producida por la especie
Clostridium perfringens
, y
en el mundo en que vivimos actualmente son
Gangrenas morales emergentes
,
toxicas y
crónicas que también son pestilentes por
descomposición de valores –conciencia, dignidad,
principios, educación, justicia- gangrenas de
convivencia, que se visten de delincuencia,
ambiciones, egos hipertrofiados, concesiones de
puestos de trabajo inmerecidos, burocracia inútil,
desamor…
Cae sobre nuestras cabezas una especie de lluvia
de partículas tóxicas que empapa y cala la
coherencia humana, y transforma los actos, en
algo tremendamente dañino y perjudicial. Ninguna
explicación a su origen, como el caso de un joven
que se hace grabar por un amigo, en plena calle,
en pleno día, tomando carrerilla y arremetiendo
por detrás, -de una persona que está
adecuadamente y pacíficamente esperando en la
parada del autobús- hasta alcanzar las piernas y
tumbarla.
Ninguna explicación tampoco a los violentos y
sus maltratos físicos y psicológicos con su pareja,
a su lucha por destruir su autoestima y a veces
terminar con su vida. Ese tumor de pareja, tan
frecuente, es
la gangrena de los complejos
múltiples del maltratador/a, de la desafinación de
los sentimientos, de la frialdad e indiferencia, del
abuso de poder por diferentes razones. El
maltrato emocional no deja moretones, no se ve,
pero lamentablemente se siente, y deja huellas en
nuestro interior, (abusos sexuales en niños y
adolescentes) tan profundas, que son casi
imposibles de borrar. Si todo este tipo de
maltrato estuviera escrito en la cara de los
responsables, no harían falta investigadores de
delitos, ni jueces, ni policías. Desgraciadamente
son individuos normales de cara al exterior, seres
neuróticos, cínicos, vestidos con un vocabulario
de encantador de serpientes, y a veces hasta
vistiendo cargos de una cierta responsabilidad
pública.
Necesitamos el oxigeno de la concordia, de la fe
y de la caridad.Y me temo que la medicina
curativa que no paliativa, sería meternos en una
gran
cámara hiperbárica nacional
, donde
recibamos el oxígeno necesario de principios
morales, y buena fe para combatir las gangrenas
emergentes mencionadas y la Sordera Súbita de
los que pueden ayudar y no lo hacen porque no
escuchan o miran para otro lado. Tenemos
obligación de combatir cualquier tipo de cáncer
del espíritu y de la moral, al igual que
combatimos el del cuerpo.
¿Podríamos afirmar con rotundidad que tenemos
curanderos, chamanes, o videntes expertos en
esta especie de pandemia que nos asfixia, para
aquellos que ejercen la mala práctica?
En todos los colectivos existen personas que
puede que no nos gusten sus posturas en
momentos determinados, pero es cierto que
estos pensamientos en alta voz, nos invitan a
reflexionar, a valorar y agradecer el servicio que
prestan todos aquellos que ayudan a que vivamos
en paz y libertad, aunque suponga a veces, para
ellos, pagar un alto precio. Diferenciémoslos…
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Pliegos de Rebotica
´2015
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LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN
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