Revista Farmacéuticos - Nº 120 - Enero/Marzo 2015 - page 18

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Pliegos de Rebotica
´2015
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n mi escrito anterior, publicado en esta
misma revista, hacía alusión a algunas
de las muchas obras que legó a la
Historia Isidoro el Hispalense, siendo
las
Etimologías
la cumbre de su
madurez intelectual, por consiguiente, vastísima
en su contenido, tanto que abarcó todo el saber
de su tiempo altomedieval. Son muchos los
autores contemporáneos que se han ocupado
de valorar con justeza y alto grado de
objetividad el significado y la influencia científica
isidoriana en periodos históricos posteriores,
lógicamente en su enorme capacidad
recopiladora y enciclopédica. Ciencia o filosofía
natural.
Como muestra, bien valen dos. El
Diccionario de
Autores
de Bompiani (Editorial Hora, volumen
III, 1988) es determinante cuando se refiere al
valor científico de las
Etimologías
("fuente
máxima del enciclopedismo medieval y objeto
de gran difusión"): "Esta obra que apagó durante
siglos enteros la sed de
cultura de Occidente, se
impone hoy a nuestra
atención sobre todo en cuanto
nos permite conocer el estado
de la
ciencia
(resaltado propio)
en el siglo VII".Y, para N.
Abbagnano (
Historia de la Filosofía
,
editorial Hora, volumen I, 1994),
"a través de la obra de Isidoro de
Sevilla los resultados de la
ciencia
antigua
(resaltado propio) fueron
salvados del naufragio y
destinados a alimentar el trabajo
intelectual de los siglos sucesivos".
Las
Etimologías
, y otros textos
isidorianos, contribuyeron
decisivamente a la transmisión del
conocimiento filosófico-científico
durante el Renacimiento Carolingio
y estuvieron presentes en la génesis
de las universidades medievales.
De los veinte libros (en realidad capítulos) que
componen las
Etimologías
(Isidoro analiza y
describe unos 5.500 términos, según su origen)
el cuarto está dedicado íntegramente a la
Medicina (
De la medicina
), dividido y expuesto
en trece apartados que, por su indudable
interés, se referencian: '
De la medicina
', 'De su
nombre', 'De sus inventores', 'De las tres sectas
de los médicos', 'De los cuatro humores del
cuerpo', 'De las enfermedades agudas', 'De las
enfermedades crónicas', 'De las enfermedades
que aparecen en la superficie de los seres', 'De
los remedios y medicamentos', 'De los libros
medicinales', 'De los instrumentos de los
médicos', 'De los perfumes y ungüentos' y 'Del
comienzo de la medicina'. Con claridad se
observa que San Isidoro se ocupa de la ciencia,
de la medicina y de la farmacia.
Curiosamente, en su conjunto, el libro IV (De la
medicina), de las
Etimologías
, está considerado
como el primer 'Diccionario Terminológico
Médico' de la Historia.Y, dentro de él, el punto
VIII, titulado
De morbis qui in superficie corporis
videntur
('De las enfermedades que
pueden observarse en la superficie del
cuerpo'), se toma como el primer
'Tratado de Dermatología' no sólo de
España, sino del mundo occidental, en el
que Isidoro registra más de 25 términos
dermatológicos, que describe
brevemente y analiza su origen
etimológico (alopecia, erisipela, lepra,
verruga, ulcus, etc.).
Medicina "es la que protege o
restaura la salud del cuerpo:
su materia versa sobre las
enfermedades y las heridas".
Explica, asimismo, que "a ésta
atañen por tanto no sólo las cosas
que contienen el arte de aquellos
que se llaman Médicos, sino
también la comida y la bebida, el
Joaquín Herrera Carranza
San Isidoro de Sevilla
la ciencia, la medicina y la farmacia
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