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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
De hecho, un 50% de los pacientes aparentemente
con migraña crónica revierten a formas episódicas de
migraña (con o sin aura) tras suspender el uso de los
fármacos, lo que indica claramente que se trataba
de pacientes incorrectamente diagnosticados de mi
graña crónica.
La migraña episódica puede convertirse en cró
nica. La tasa de progresión de migraña episódica a
crónica es del 2,5% anual. Por otro lado, entre los
pacientes con formas crónicas, aproximadamente un
25% evoluciona después de 2 años hacia una forma
episódica o la cefalea desaparece. Entre los factores
de riesgo modificables que predisponen al desarrollo
de migraña crónica destacan el número de crisis de
migraña (más de 10 días de cefalea al mes aumentan
el riesgo de cronificación), el estrés, los trastornos de
sueño (insomnio y apneas de sueño), la obesidad,
la depresión y el abuso de analgésicos o cafeína. En
particular, los sujetos con sobrepeso (índice de masa
corporal – IMC – entre 25 y 29 kg/m
2
) tienen 3 veces
más probabilidades de desarrollar una migraña cró
nica, mientras que en los obesos (IMC
≥
30 kg/m
2
) el
riesgo de cronificación es 5 veces mayor.
Complicaciones de la migraña
Agrupa a un conjunto de síndromes que se rela
cionan con la migraña, pero no encajan en las for
mas clínicas definidas de ésta. La más relevante es
el
estatus migrañoso
, consistente en una crisis debi
litante de migraña (con o sin aura) que dura más de
72 horas
11
. Por su parte, el
aura persistente sin infarto
implica la persistencia del aura durante una semana o
más, sin que exista evidencia clínica o radiológica de
infarto cerebral
12
; en estos casos, los síntomas suelen
ser bilaterales y pueden persistir incluso durante va
rios años. Cuando uno o más síntomas del aura mi
grañosa se asocian con una lesión cerebral isquémica
confirmada se habla de
infarto migrañoso
13
, que
ocurre principalmente en mujeres jóvenes. No debe
confundirse el infarto migrañoso con el incremento
de riesgo (al doble) de accidente cerebrovascular que
presentan los pacientes con migraña con aura, pero
no en aquellos con migraña sin aura.
Finalmente, las
convulsiones provocadas por el
aura migrañosa
es otra forma clínica
14
en la que se
produce una crisis epiléptica durante o, como mucho,
una hora después de una crisis de migraña con aura.
Aunque se ha observado que las cefaleas de tipo mi
graña son muy frecuentes durante el periodo recu
peración tras una crisis de epilepsia de tipo gran mal
(periodo
postictal
), a veces la relación se invierte y es
la migraña con aura la que precede o coexiste con la
crisis epiléptica. Se trata de un fenómeno muy raro,
al que se ha denominado
migralepsia.
Migraña probable
Se incluye en este diagnóstico a aquellos casos
que anteriormente eran denominados como
trastor-
nos migrañosos
, es decir, cuadros clínicos compati
bles con alguna forma de migraña, pero en la que
falta algún elemento esencial para cumplir plena
mente con el diagnóstico de migraña.
Síndromes episódicos posiblemente
asociados a migraña
Se trata de otro grupo heterogéneo de síndro
mes, más comunes durante la adolescencia que en la
edad adulta, que aparecen en pacientes con migraña
(con o sin aura)
15
. Entre ellos cabe citarse a los
tras-
tornos gastrointestinales recurrentes
, caracterizados
por crisis recurrente de dolor y/o molestias abdomi
nales, náuseas o vómitos, etc., que ocurren de forma
crónica pero infrecuente (cinco crisis son las conside
radas para establecer el diagnóstico) y que son aso
ciados con migraña, siempre que no existan otras
posibles causas. El
síndrome de vómitos cíclicos
im
plica la existencia de ataques recurrentes episódicos
(al menos cuatro veces por hora y que puede durar
entre 1 hora y 10 días) de intensa náusea y vómitos,
con una frecuencia predecible y con una resolución
completa tras cada crisis, separada con la siguiente
al menos por una semana. La
migraña abdominal
es una alteración idiopática típicamente infantil en
la que se produce crisis recurrentes de dolor abdo
minal, asociado con síntomas vasomotores, náuseas
y vómitos, sin que haya cefalea, persistiendo entre
2 y 72 h. La mayoría de estos niños acabarán de
sarrollando formas clásicas de migraña durante su
vida adulta.
El
vértigo paroxístico benigno
implica la aparición
de breves ataques recurrentes de vértigo, que apa
recen de forma espontánea e, igualmente, se resuel
ven sin intervención y sin que se produzca la pér
dida de conciencia del paciente
16
. Conceptualmente
guarda cierta relación con la
tortícolis paroxística
benigna
, consistente en episodios recurrentes (cada
mes, aproximadamente) en los que el paciente ex
perimenta una inclinación involuntaria de la cabeza
hacia un lado, a veces con una ligera rotación, que
remite forma espontánea. Se trata de un fenómeno
que solo se produce en niños menores de un año
17
.