Revista Pliegos de Rebotica - Nº 140 - Enero-Marzo 2020 - page 23

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Pliegos de Rebotica
2020
S
S
omos un grupo de amigos, todos
profesionales ya talluditos, que acordamos
regularmente hacer un viaje todos juntos a
algún lugar atractivo del mundo; objetivo
que no resulta demasiado complicado
después de algunas reuniones, propuestas y avatares.
Tenemos en común la curiosidad por descubrir, el
interés por saber y la disponibilidad temporal y
familiar precisa para llevarlo a efecto.
Cuando alguien propuso hacer un crucero por el
Mediterráneo, surgieron las típicas excusas: es
aburrido estar en un barco siete días, tengo miedo,
no nado muy bien, produce claustrofobia, es muy
caro y elitista.Y las típicas preguntas: ¿qué pasa si
quiero bajarme del barco o me pongo enfermo?, ¿y
si quiero volver a casa?, ¿qué pasa si hay temporal en
alta mar?, ¿y si me mareo todo el tiempo? La
realidad se impone, y todas las excusas y preguntas
se diluyen con premura.
¡¡Decidido, nos vamos!!¡¡Algunos se rajan!!
Primer día
Cuando llegamos al puerto de Barcelona, nos
encontramos con un impresionante barco de 18 pisos
de altura y 27 ascensores. Es un crucero construido en
Francia y bautizado por Sophia Loren en julio 2009 en
Barcelona. Mide 333 metros de eslora, con capacidad
para 4.500 pasajeros y para 1.800 tripulantes.
Ya embarcados, nos dirigimos a la recepción, ubicada
en el sexto piso. Allí nos hacen una foto y nos
conminan a firmar un documento en el que
declaramos no tener fiebre, ni haber estado
recientemente en países africanos con Ébola. Nos
entregan a todos y cada uno del grupo, una tarjeta-
credencial con nuestros datos para identificación y
cargos, con todo tipo de servicios y gastos incluidos.
Nos asignan camarotes contiguos desde el 8069
hasta el 8075, en el octavo piso. Somos 12 personas
emparejadas.
La primera impresión es la de un hotel de superlujo,
con salones espaciosos, espejos y decoración
recargada, ascensores traslúcidos, lámparas y
Manuela Plasencia Cano
Viaje
por la autopista del mar
¿Eres capaz de imaginar que en una semana escasa, es
posible visitar cuatro países, siete ciudades, asistir al
teatro, a la ópera, a un concierto, jugar en el casino,
relajarte en un spa, bailar por las noches, tener la opción
de escuchar música a tu gusto y de seleccionar tu
ambiente, ir de compras, ir a bailar a la discoteca, recibir
clases de baile, tomar el vermut o irte de copas con un
pianista tocando de fondo?
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