●
socios
socios
socios
socios
socios
nos y construyese una casa y
una plaza para tientas, que in-
auguraron en octubre del pa-
sado año con motivo del bau-
tizo de su hija, Mara, que
celebraron en la Iglesia parro-
quial de Nuestra Señora de la
Asunción de Fuentelencina.
Su vida transcurría feliz, su profesión y la familia ocupaban
su tiempo, se integraba en el pueblo y disfrutaba de sus gen-
tes cuando su profesión se lo permitía. Solía frecuentar jun-
to a su esposa las Peñas durante las Fiestas en honor a San
Agustín, como ha quedado dicho, siendo incluso Pregonero
de las mismas en el año 2015.
La temporada transcurría con expectación no exenta de lu-
ces y sombras, durante la Feria de san
Isidro tuvo dos actuaciones, lidiando to-
ros de Parladé y Pereda /La Dehesilla.
Lotes no válidos para la lucidez pero al
segundo de Parladé, un toro manso muy
difícil, le sometió dejando constancia de
su maestría y valor. A estas siguieron
otras actuaciones, Fandiño era un gran
Matador y día a día entregaba lo mejor,
aún a sabiendas que la tragedia sobrevo-
laba a su derredor, la muerte esperaba
como cada tarde y ese día llegó: era un
17 de junio, en la plaza francesa de Aire
Sur L´Adour, en el cartel Toros de Bal-
tasar Iban para los matadores;
Iván Fandiño, Juan del Álamo y
Thomas Dufau. Paseíllo con el
ritual y liturgia acostumbrados.
Expectación y lleno en los ten-
didos.
Fandiño abrió plaza cortando
una oreja al primero de su lote. El tercero de la tarde, un
cuatreño de nombre “Provechito”, le correspondía a Juan
del Álamo. Fandiño aprovecha en el turno de “quites” y sa-
le y le hace uno por chicuelinas, bonita, bajando las manos,
quiere emocionar al Respetable y va a por la segunda, mo-
mento en el que el toro va a por él, le arrolla y fieramen-
te le propicia, en el costado derecho, una mortal cornada.
De nada sirvieron los intentos y pericia de los galenos en
la enfermería de la Plaza. La muerte se había apoderado de
su cuerpo, ¡había muerto un gran Tore-
ro¡ D.E.P. Maestro.
Tu muerte, moriste haciendo lo que
amabas, enriquece aún mas si cabe más
ese inigualable Arte, qué seguirás practi-
cando y amando en el más allá, con to-
dos los Maestros que, transcendido el
paso por el mundo terrenal, allí se en-
cuentran, y aquí rendimos homenaje a
los que como tu dieron prueba, entre-
gando su vida, de la verdad de la Tauro-
maquia y seguiremos emocionándonos
con este Arte.
■
DESDE EL CALLEJO
N
