El silencio de oro
Juan Ramón Jiménez
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Ediciones Linteo
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Orense 2017
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216 páginas
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N
o me basta con no oír el ruido, sino que necesito
oír el silencio
, escribió Juan Ramón Jiménez
quien añadía que necesitaba el silencio de la
misma manera que precisaba del aire,
como una at-
mósfera para respirar
.
El profesor José Antonio Expósito, al que debe-
mos otras ediciones críticas del premio Nobel espa-
ñol, recupera este título en una edición que puede
considerarse definitiva y que consta de 83 poemas,
de los cuales 36 son inéditos, y a la que se añaden
otros dos incompletos. Juan Ramón había anunciado
la publicación de
El silencio de oro
en 1912 pero sus
poemas vieron la luz sólo parcialmente en antologías
y pliegos sueltos pues al poeta le preocupaba ante to-
do la concepción global de su obra.
En cuanto a los criterios de su edición, Expósito
elige la primera redacción autógrafa o mecanografia-
da frente a las anotaciones en los márgenes. Solamen-
te considera prioritaria la variante cuando el texto
base aparece tachado. De esta manera la lectura se
puede realizar de forma limpia y el lector interesado
tiene la capacidad de examinar las dudas de la com-
posición en las fichas de cada poema que se ofrecen
aparte, entre los índices del libro.
Asistimos al tránsito de una poesía sensible, de
corte francés, hacia otra poesía pura en la que las pa-
labras esenciales horadan la eternidad. Juan Ramón es-
taba abandonando el modernismo y su anhelo de be-
lleza, la nueva mirada capaz de extraer oro de las
cosas cotidianas, está ya presente con obsesiva finu-
ra en el poeta de Moguer:
Sí, silencio, tan solo silencio,
que deje a mi espíritu nadar en lo insondable
.
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El mensajero
Rafael Ruiz de Lira
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Imprenta Diagonal
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Montevideo 2016
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200 páginas
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E
l escritor japonés contemporáneo Haruki Murakami
escribió que si solo leyeras los libros que todo el
mundo está leyendo, solamente podrías pensar lo
que todo el mundo está pensando. Reproduzco esta cita
aquí, a propósito de
El mensajero
, porque esta novela se
aleja notablemente de la narrativa que se escribe hoy, en
especial si nos atenemos al contenido y a la manera de-
cidida con la que el autor se compromete con lo que
cuenta.
Rafael Ruiz de Lira es un español que lleva más de 20
años dedicado a la cooperación en la América Latina y
aborda este relato como el primero de una trilogía para
convencer a los que quieran oírle –leerle– que la realidad
es mucho más compleja de lo que reconocemos con nues-
tros sentidos y que necesitamos emprender un aprendiza-
je de percepción que casi nunca hacemos. Así seremos ca-
paces de escuchar a los mensajeros que se nos cruzan en
el camino, algunos cercanos y otros que viven ya en otra
dimensión y se nos abrirá un mundo nuevo.
Para abordar el empeño, Ruiz de Lira se sirve de la tra-
yectoria vital del personaje de Raúl y lo ubica en situaciones
y en lugares que son bien conocidos del escritor. Quiere ad-
vertirnos de que el viaje de iniciación está esperándonos a
la vuelta de la esquina aunque se desencadene por hechos
inesperados. La sorpresa perturba el pensamiento racional
del protagonista y poco a poco le conduce a un nuevo es-
tado totalmente abierto.
En esa encrucijada, la trama principal discurre por la
necesidad de reparar un crimen político, por las gratas
sendas del amor humano y por la aparición de persona-
jes misteriosos que escapan de la necesidad de compro-
bación. De los lectores depende aceptar o no el envite.
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LIBROS
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