los primogénitos se convirtió en una
práctica como recuerdo del precepto
bíblico de que: “
Tus hijos primogénitos
serán para mí
” (Éxodo 22:28). Otros
consideran que el sacrificio de bebes era una
manera de controlar la natalidad, como los
espartanos, que dejaban a los niños que
nacían con defecto físico o los no
deseados, en la ladera de alguna
montaña hasta su muerte. Por
la mala condición en que se
encuentran los huesos,
tampoco se sabe el sexo de
los niños, pero por el A.D.N. si se puede
saber si había bebes de la misma familia.
Más difícil de explicar todavía es el sacrificio
de niños mayores, de dos a cuatro años. Hay
quienes suponen que si un niño era
prometido a Tanit, estando todavía en el
vientre de su madre y nacía muerto, en su
lugar, se sacrificaba a otro niño mayor de la
misma familia.
También es muy posible que muchas de las
afirmaciones sobre la práctica de estos
holocaustos, de estos sacrificios humanos, de
seres queridos, de hijos ofrecidos al dios
Baal, fuera solo parte de la propaganda
antifenicia o antipunica puesta en marcha
por sus enemigos los griegos y por autores
romanos como Plutarco o Tertuliano.
Al llegar los romanos al África del Norte, les
dan un ligero barniz romanizante a las
deidades y al culto de Baal y Tanit. O sea,
que les cambiaron los nombres: Saturno a
Baal, y Celeste a Tanit. Su culto y adoración
duró hasta la llegada del cristianismo.
Los sacrificios humanos, aunque era lo único
de todas las religiones extranjeras que los
romanos no admitían,
parece ser que se
interrumpieron en el 146 a.
C. con la caída de Cartago,
pero casi cuatro siglos después
no se había olvidado, continuaba,
(a lo mejor, en menor escala)
la práctica del sacrificio
de niños cartagineses.
Habrá tal vez, quien
se escandalice, se
horrorice al leer
esto, o piense en lo brutísimos e inhumanos
que los seres humanos éramos entonces,
pero ¿hemos cambiado? Pensarlo
detenidamente… A caso no es peor el
aborto (descuartizando al bebe en el vientre
de su madre) al grito de “aborto libre y
gratuito para la que lo desee ¡porque es
nuestro derecho!”. Al menos ellos creían en
un dios y le ofrecían lo que más querían.
Pero ahora…..
¿Que es lo que en nuestra
generación hicimos mal para
llegar a esto?
Y no nos sintamos
inocentes, que todos
hemos puesto, más grande
o más pequeño, nuestro
granito de arena. Aunque no
sea más que
consintiéndolo con
nuestro silencio….
Pero por favor
¡¡¡dejemos de
considerarnos
civilizados!!!
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35
Pliegos de Rebotica
´2015
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RELATOS
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