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Pliegos de Rebotica
´2014
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rente
al pretendido y estereotipado
“carácter castellano” basado en
fabulaciones pseudo-históricas, tildado,
entre otras cosas, de austero, sobrio,
lacónico, fatalista y, sobre todo, seco; en
los escritos de la Santa es muy frecuente
encontrarse con términos como: alegría, gozo,
contento, júbilo, deleite, fiestas, recreación, etc.
La alegría es una de las notas psicológicas más
destacadas y que ella recuerda como una de las
facetas de su infancia y adolescencia:“
me daba el
Señor gracia de dar contento a dondequiera que
estuviese, y así era muy querida
” (V 2.8), incluso
durante sus enfermedades y padecimientos a
modo de constante moral y temperamental:
“
tenía males corporales más graves… los pasaba
con mucha alegría
” (V 30.8).
Además, de la contemplación de sus retratos se
observa que en el rostro y en sus ojos tiene
una sonrisa contagiosa. De sus ojos dice el P.
Ribera:
“…no grandes pero muy bien puestos y
vivos y graciosos, que en riyéndose se reían todos y
mostraban alegría
” (Ribera IV, 1, 323) y María de
San José nos dejo escrito:“
tenía una linda
gracia… en el rostro, que con ser ya de edad y
muchas enfermedades, daba gran contento mirarla
y oírla, porque era muy apacible y graciosa en todas
sus palabras y acciones
”
1
, y son esta alegría y
estilo de hermandad y recreación sobre las que
organiza la vida religiosa
Vive gozosamente su vida en religión y está
contenta en su monasterio de la Encarnación y
disfruta con las fiestas, particularmente con las
Navidades para las que compone poemas
festivos, en particular villancicos a los que
incluso les incorpora una tonadilla, pues era
también hábil componiendo letras que luego
adaptaba a músicas populares.
Sin embargo, no hay noticia de que nuestra
egregia protagonista recibiera en su casa
educación musical, pues ni en los inventarios de
su padre: don Alonso Sánchez de Cepeda, ni de
su madre doña Beatriz de Ahumada ni en el
suyo propio consta instrumento musical alguno,
aunque el mundo musical no debía ser
totalmente ajeno y extraño a la familia, pues su
sobrina Beatriz, hija de Juana, la hermana menor
de la Santa, era muy aficionada a la música y
tañía muy bien.
La música que ella pudo oír sería la de las
capillas catedralicias de su ciudad natal,
coincidiendo con el maestro Cristóbal Morales,
algunas conventuales, es posible que también
alguna palaciega y la canción popular
Ella no sabía cantar (V. 31.23), aunque no
debería hacerlo tan mal ni ser tan negada para
el canto, ni tener mal oído musical. Cantaba en
el coro, cantaba en las recreaciones, cantaba en
los viajes, e incluso enseñaba a otras como
declaró Isabel Bautista
2
, si bien es de la opinión
que “
Si uno tiene mala voz, por mucho que se
esfuerce a cantar, no se le hace buena
” (V 22,12)
y lo que aprendiera lo hizo en el monasterio de
José Mª Martín del Castillo
Santa Teresa
la musica
El éxtasis de Santa Teresa, Gian Lorenzo Bernini, 1652
1 María de San José, “
Libro de Recreaciones
”. Recr. 9ª
2 Isabel Bautista.
Proceso de Ávila, 1610, a. 72.
