García Márquez titula sus crónicas con el título
El
escándalo del siglo
. Su trabajo es periodístico, no de
detective. Pero pregunta a unos y otros. A esos
mismos que ya habían dado su opinión y observa
contradicciones y destruye la confianza que en su
día se depositó en esos testimonios.Va tejiendo sus
crónicas como una novela policiaca fría. Lo ordena
todo de forma cronológica, humaniza la
información, mezcla la exactitud documental con la
descripción literaria.
Se denuncia la corrupción política, el tráfico y
consumo de drogas, la prostitución más o menos
encubierta.
GGM en una de sus crónicas invita a los lectores a
participar de un juego detectivesco y lo titula “Seis
cosas para recordar”. Recalca que según los
peritos:
1- La muerte de Wilma Montesi ha ocurrido entre
cuatro y seis horas después de la última comida,
de manera que debió morir entre las seis y las
ocho de la noche pues el proceso digestivo estaba
concluido
2- La muerte había sido ocasionada por la asfixia de
la inmersión total y no por síncope dentro del
agua. No se encontraron en sus vísceras restos de
sustancias venenosas o hipnóticas
3- En el momento de la muerte la joven se
encontraba en fase postmenstrual inmediata, es
decir, en circunstancia de mayor sensibilidad a un
imprevisto baño de agua fría en las extremidades
inferiores
4- La presencia de arena en los pulmones, en el
aparato gastro-intestinal, debía interpretarse como
una prueba de que la asfixia había ocurrido en las
proximidades de la playa, donde el agua marina
tiene una gran cantidad de arena en suspensión
5- Observaron la presencia de pequeñas equimosis,
de formas casi redondas en la superficie lateral del
muslo derecho y en el tercio superior de la cara
superior de la pierna izquierda. Se consideró que
habían sido causadas antes de la muerte pero no
se las atribuyó ninguna importancia médico-legal
6- No se encontraron elementos que permitieran
determinar si se trató de una desgracia accidental,
un suicidio u homicidio.
Según eso, la joven llegó a Ostia para morir de
inmediato, sin ir a ningún sitio, sin tomar
estupefacientes ni alcohol, sin tiempo para asistir a
fiestas. Otro punto que no convencía.
Ya no parece ser el caso de una joven tímida que
solo piensa en su novio y en su boda. Ahora se
habla de que frecuentaba clubs de moda donde
conoció a los que la invitaron a asistir a la fiesta de
la finca de caza. Que posiblemente murió durante
una orgía y a los responsables de la fiesta se les fue
de las manos y la arrojaron al mar y luego la
trasladaron a otra playa.
La familia no quería pensar en esta versión. Durante
el juicio y ya casi con los sospechosos a un paso de
declararles culpables, la familia seguía insistiendo en
que la muerte fue un accidente y como eso favorecía
a todos, se dio por bueno. A la familia no les
interesaba un culpable en la cárcel. Quería limpiar la
imagen de Wilma. Los imputados fueron absueltos y
por fin los padres pudieron cambiar la lápida del
nicho donde descansaba el cuerpo de la joven. En la
primera lápida se podía leer:
WILMA MONTESI
1932-1953
Después del juicio la cambiaron por ésta:
Wilma Montesi
3-2-1932
9-4-1953
Criatura pura de rara belleza
El mar de Ostia te secuestró para traerte
de vuelta en la playa de Tor Vajanica
Parecía estar dormida en el seno del Señor
Bella como un ángel
Tu madre, tu padre, tu hermana, tu hermano
García Márquez logró una crónica-reportaje
inmejorable que, en la actualidad, sigue leyéndose
con interés y es una lección de buen hacer para
futuros periodistas. Sus noticias noveladas crearon
escuela. Truman Capote publica en 1966 la novela
“A sangre fría” basada en un crimen ocurrido en
1959.
James Ellroy publica en 1987
La Dalia Negra
basada
en un suceso ocurrido en 1947 tan enigmático
como el de Wilma Montesi.
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