Pliegos de Rebotica - Nº 114 - julio/septiembre 2013 - page 37

L
o cierto es que nuestra Patria está formada por un
entresijo de razas y culturas llegadas del norte, del
sur... Iberos, celtas, vándalos, suevos, romanos,
visigodos, judíos, árabes... ¡Yo que se!... Y eso sin
contar todos los que a través del camino de Santiago
optaron por quedarse aquí. Cada uno nos dejó su
impronta, sus virtudes y defectos, algo que al final nos
hace distintos al resto de europeos. Y no se que
podemos tener que todos ambicionan. ¿El clima? ¿La
situación geográfica? O será nuestra manera de ser?
esa despreocupación, esa alegría, esa improvisación, o
tal vez ese aguante que cuando ya están convencidos
que somos “pan comido” de repente ¡se arma la
marimorena! Y ha pasado tantas veces a lo largo de
nuestra historia... Me resulta curioso este odio-amor
que nuestra patria desde siempre ha despertado y sigue
despertando. ¿Pero por qué?
Bueno, volvamos al siglo VIII cuando sobre la
España unificada que consiguieron los visigodos
sobrevino una catástrofe que arrasó la organización
que durante tanto tiempo sirvió de base a la cultura
hispana: la invasión y conquista por los moros de la
península Ibérica. Los moros eran tribus beréberes del
NO. de África y aunque habían aceptado la religión
mahometana con más entusiasmo que los propios
árabes, consideraban a estos como sus antagonistas, lo
cual no quita para que juntos vinieran a la conquista
de España. Los árabes eran muy pocos en
comparación. Pero eran los que mandaban.
A la muerte de Witiza sobrevino una guerra civil
en el reino visigodo que
puso en el trono a Rodrigo.
Fue por entonces cuando
el Califato inició sus
ataques a las costas
españolas.
En la historia aparece
el conde don Julián,
gobernador de Ceuta. Era
berberisco, cristiano y
súbdito de los reyes
visigodos pero según los
hechos, totalmente hostil al nuevo rey y su partido. Y
surge la leyenda: Cuentan que la hija del conde se
educaba en la corte visigoda y fue violada por el rey
Rodrigo, pero este no la tomó por esposa sino como
concubina. Hacia 1243 la leyenda cambia, ya no es la
hija sino la mujer de don Julián a quien Rodrigo
deshonra y que a su vez era hermana del arzobispo
Oppas. La verdad es que estas leyendas parecen una
manera de justificar la traición por parte del partido
witiziano. Entre los godos de Asturias no existe más
leyenda acerca de Rodrigo que la relativa a la
incertidumbre de su muerte, recogida en la crónica de
Alfonso III.
Lo cierto y verdad es que don Julián se sometió
rápidamente a Muza, gobernador del África
musulmana, entregándole Ceuta y animándole de una
manera descarada para que emprendiera la conquista
de España, insistiendo... insistiendo... Así que fue
enviado Tárik con 7000 guerreros que pasaron el
estrecho secretamente y se atrincheraron en Gibraltar.
Derrotaron y dieron muerte a Sancho, sobrino de
Rodrigo. Tárik pidió refuerzos. Le enviaron 5000
hombres más y entre ellos a don Julián que indicaba
los puntos indefensos sirviendo además de espía. En la
memoria y el corazón del pueblo ha quedado la
enorme traición contra la cristiandad y el concepto de
España de estos dos personajes: el conde don Julián y
el arzobispo Oppas. Tal vez fuera solo ceguera por la
pasión política que hace preferible aliarse al enemigo
antes que consentir el triunfo del partido contrario. Ya
se sabe que la pasión anula
la inteligencia y en su
ofuscación acaso creyeron
que los árabes dejarían el
poder a sus aliados
visigodos, contentándose
solo con el botín. Pero
naturalmente eso nunca es
así.
El ejército de Rodrigo se
componía de 100.000
hombres, entre ellos
estaban los hijos de Witiza
llenos de rencor al nuevo
monarca. Sin embargo el
P
de Rebotica
LIEGOS
37
RELATOS
M. García Piñuela
Los moros querian
quedarse
para siempre…pero…
Columnas de Hércules, emblema
de Carlos I, en el
Ayuntamiento de Sevilla
1...,27,28,29,30,31,32,33,34,35,36 38,39,40,41,42,43,44,45,46,47,...52
Powered by FlippingBook