abundante, y que el segundo día desaparecen las
ganas de comer las fritangas o las salsas que
constituyen su característica esencial, en las que no
falta el queso derretido.
Son famosas las ostras. Las probamos, y pensamos
que es una mala experiencia ya que no saben a
nada – pero a nada, nada – con lo que con la
textura de una ostra es una sensación terrible.
También son típicos los cangrejos y pescados de
río enormes que suelen preparar con salsa. Todo lo
toman con salsas muy picantes como el tabasco
rojo y el verde que, al parecer son originarios de
Nueva Orleans aunque la mayor parte pensábamos
que eran de México. No llegamos a probar el
plato más típico de Nueva Orleans que son los
frijoles con arroz pero estamos convencidos de
que se podrán comer.
A pesar de las dificultades encontramos un
restaurante estupendo (de carne) en el 365 de
Canal Street en el que se puede tomar un Ribera
de Duero a 70 dólares la botella pero que no
recuerda para nada a la comida criolla. Tampoco
son desdeñables los perritos calientes callejeros
con los que se puede resolver una comida de
compromiso.
BEBIDA
Aunque la variedad de cervezas es enorme, ya que
hay cervezas de todo el mundo, del vino hay que
olvidarse, por el precio. En cuanto a las bebidas
mas fuertes hay que destacar el
Blody Mary
que lo
hacen especialmente bien; los Gintonic (para pedir
uno hay que decir
Gin and Tonic
) muy poco
evolucionados, aunque tienen variedad de ginebras
y ello por la maldita manía de usar la manguera
universal de la que puede salir cualquier cosa
(Coca-Cola, Limón, Tónica, etc..). Una bebida
interesante es a base de ron con leche o el
Hurricane En caso de que veamos en el bar
máquinas con bebidas preparadas
como Margaritas o Mojitos hay que huir de
pedirlas, porque son como granizados de limón en
los que nunca se deshace el hielo. Los precios
tirados para nosotros a 1,4 dólares el euro: de 4 a
6 dólares la copa pero hay que beber varias para
alcanzar a la dosis eficaz.
¿QUÉ VISITAR?
Por la mañana hay museos interesantes del pasado
colonial y de la guerra de secesión y un
oceanográfico de grandes proporciones, además del
museo de los insectos al que hemos hecho
referencia y que está muy pensado para niños. A
pesar de ello, nosotros lo visitamos. Tienen una
habitación con mariposas vivas y terrarios con
hormigas que resultan curiosos.
También tienen un museo de farmacia que aunque
no se puede comparar con los museos europeos
tiene un gran encanto. Incluso cuenta con un jardín
en el que se pueden celebrar eventos
farmacéuticos por un precio moderado.
Las otras visitas obligadas son las plantaciones
como en la que se rodó “Lo que el tiempo se
llevó”, que están fuera de la ciudad; y otros
distritos como el Financiero o el Distrito Jardín
que tiene casas de muy buena hechura.
Nos gustó mucho el Distrito Jardín al que se puede
llegar en tranvía (línea vede) que es, al aparecer, el
tranvía más antiguo de EEUU. Hay que llevar el
precio justo 1,5 dólares en dos monedas porque se
paga en una máquina que no da vueltas.
ESPECTÁCULOS
Estando en Nueva Orleans no te puedes perder los
espectáculos de Jazz ni un viaje romántico, con
cena y Jazz por el Mississippi, en un barco de palas.
Los espectáculos de Jazz los tienes por todas
partes pero no son mejores por estar en salas
cerradas. En nuestro hotel había música en vivo
todos los días pero nos gustó más una banda que
toca en un bar al aire libre que está justo enfrente
en la calle Bourbon. Además hay músicos que tocan
por la calle y un grupo fijo al aire libre en la Plaza
de Armas. Oír el “
When de sants go marchin in
” en
Nueva Orleans, impresiona.
TIENDAS
Las tiendas son interesantes en Nueva Orleans,
particularmente las de antigüedades, aunque
desgraciadamente han quedado pocas librerías de
libro antiguo tras el huracán Katrina que inundó la
10
Pliegos de Rebotica
2019
