Revista Farmacéuticos - Nº 138 - julio/septiembre 2019 - page 7

ocurrir el dejarlo en mis archivos y hacerlo volar
hasta los deseos de Simona.Y lo hago con tal
exactitud y respeto al autor que hasta conservo
en esta parte el tipo de letra original y cambio a
otro título
Andrés Laguna, europeo universal
Casi quinientos años antes de que los gobiernos de
Calvo Sotelo, primero, y de Felipe González,
después, comenzaran las negociaciones para la
adhesión de España a la Unión Europea, un médico
segoviano ya había clamado ante un buen número
de príncipes y nobles enfrentados por una Europa
unida donde todos colaboraran, trabajaran y se
movieran en paz. Muchos siglos antes, incluso, de
que se que se firmara el Tratado de París de 1951
que dio origen años después a la UE.
Su nombre era
Andrés Laguna
(Segovia, 1510 -
Guadalajara, 1559). Era un humanista que, por
deseo de ampliar su horizonte intelectual y dejar
tras de sí los prejuicios hispánicos acerca de la
limpieza de sangre, permaneció casi toda su vida
fuera de España. Se formó principalmente en París
y viajó por Francia, Gran Bretaña, Países bajos,
Alemania e Italia, mientras traducía obras clásicas
y publicaba tratados. Estaba claro que su visión
del continente era lo suficientemente amplia
como para defender aquella primitiva “Unión
Europea” que, según dijo, favorecería a todos.
Parecida a la de ahora, pero medio milenio antes.
Uno de los mayores expertos en Laguna, el
influyente hispanista
Marcel Bataillon
(1895-
1977), lo definió como un “español europeísimo”
en el libro “Política y literatura en el doctor
Laguna”. “Fue un pacifista convencido y, sólo en
ese sentido, puede considerársele como un
precursor de la Europa política de hoy”, explicaba.
Con 28 años, se encontraba todavía en España,
moviéndose entre Alcalá de Henares, su Segovia
natal y Toledo, donde atendió a la emperatriz
Isabel de Portugal
durante su agonía. A esa edad
decidió cambiar su residencia por Londres,
mudarse a Gante para tratar después al
Emperador Carlos V y, en 1540, trasladarse a Metz
como médico reputado tras haber tratado al Rey
Felipe II y a los Papas
Paulo III
y
Julio III
. Allí
estuvo ejerciendo durante cinco años, en los
cuales realizó algunas escapadas a la ciudad de
Colonia en el invierno de 1543, durante las cuales
pronunció y editó su “
Discurso sobre Europa
”.
La peste y Europa
Fue el 22 de enero, tras ser invitado por la
Universidad de Colonia a pronunciar una lección
magistral en su aula magna. La sala estaba
abarrotada de príncipes y nobles en una época de
grandes tensiones entre ellos. Años de fracturas
políticas y religiosas y de guerras fratricidas
interminables. Los meses antes de llegar a la
ciudad se había dedicado a cuidar a los habitantes
de Metz de la peste.Vivía el médico segoviano
meses trágicos y no solo por ser testigo de esa
terrible epidemia, sino porque un año antes de
pronunciar su discurso, los príncipes cristianos
habían vuelto a la lucha armada.
A las 19.00 y con una capa negra
[…] Fue el jurista Adolf Eicholtz, el mismo que le
hospedó en su casa durante su estancia en
Colonia, el que le empujó a pronunciar su
discurso sobre Europa ante un auditorio escogido
de príncipes y varones doctos, durante aquel
momento de gran tensión en el Rin. Laguna
apareció en el aula magna de la Universidad de
Colonia para lanzar su idea del continente con
una capa y un capirote negros. Eran las 19.00
horas del 22 de enero de 1543.
El médico segoviano había escogido aposta una
hora en la que ya se hubiera hecho de noche. La
sala estaba iluminada por antorchas negras y
revestida con telas oscuras. El objetivo era
escenificar el luto que para Laguna representaba
la situación que vivía aquella Europa
resquebrajada y azotada por los conflictos. Ante la
atenta mirada de los príncipes y nobles europeos,
Laguna hizo un llamamiento a la concordia,
instándoles a reforzar los lazos culturales que les
unían y olvidar las diferencias ideológicas y
religiosas que les separaban. clase de atropellos».
[…] El dramático final del discurso dejó atónitos
a los presentes. Se trata de una llamada a que
concluya una guerra en la que los soldados solo
se distinguen por el color, rojo o blanco, de su
cruz.
El “Discurso sobre Europa” circuló por toda
Europa a mediados del siglo XVI y todavía hoy
sigue sorprendiendo a muchos autores por su
validez.
¡Qué pena que el espacio nos obligue a
cercenarlo! Fue un gran médico, fue un gran
hombre: ¡Andrés Laguna!
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