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Pliegos de Rebotica
2019
alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos,
su blancura nieve, ...”
Ahora bien, ¿por qué Cervantes ubica a Dulcinea en El
Toboso, precisamente? Podía haber elegido otro lugar,
otro pueblo, otra ciudad…
EL Toboso ayer
Los orígenes de El Toboso se remontan a la prehistoria
tal y como lo demuestran algunos hallazgos
arqueológicos; también hay vestigios de los celtas.
Aparece citado en algunos documentos del siglo XIV
en los que se concede a la villa un mercado franco y se
encuentra en los censos de la Orden de Santiago del
año 1468. Mas tarde, se le conceden privilegios y el
título de villa alcanzando su época de mayor esplendor
y pujanza. Parece pues, que en la época en que se
escribe el Quijote de la Mancha era un lugar de
renombre en la zona.
Si volvemos al Toboso de Don Quijote y Dulcinea,
encontramos una supuesta explicación:
“… porque su linaje es de los del Toboso de la Mancha,
linaje, aunque moderno, tal que puede dar generoso
principio a las más ilustres familias de los venideros siglos.”
El pueblo, en aquel entonces, ya albergaba calles bien
trazadas y plazas con monumentos históricos, iglesias y
conventos; las casas eran edificios blancos construidos
con mampostería tradicional y la población diversa
bajo el poder de los nobles y de la iglesia.
En el capítulo IX de la segunda parte del Quijote, se
cuenta la flamante entrada de Quijote y Sancho en El
Toboso:
“… adentrarse en el pueblo en busca de la sin
par Dulcinea del Toboso y habiendo andado doscientos
pasos dar con una gran torre, y luego conocer que tal
edificio no es el Alcázar sino la iglesia principal del
pueblo… y exclamar
¡¡¡con la iglesia hemos dado!!!
Se habían topado con la Iglesia de San Antonio Abad.
El Toboso hoy
Hoy el Toboso, en la provincia de Toledo, es un
atractivo pueblo manchego con gran afluencia de
turismo y vida social. Hay conferencias,
representaciones teatrales y musicales, fiestas
populares, mercado cervantino, exposiciones, etc.
La “casa de Dulcinea” en El Toboso se ha
convertido en Museo. Es un edificio del siglo
XVI que conserva la estructura de la casa
manchega con estancias nobles, molino,
pozo, corral y torre. La propietaria
de esta casa era
Ana Martínez
Zarco de Morales,
identificada como
Dulcinea y novia de Don Quijote en El Toboso. La
conocen también como la “casa de la torrecilla”, la casa
de la Dulce Ana o casa de la Dulcinea literaria de don
Quijote. Curiosamente, el desarrollo turístico ha
creado una casa en el pueblo para su personaje ficticio
de más renombre. Hoy está declarada como
Monumento Histórico-Artístico.
La Iglesia de San Antonio Abad sigue en pie, convertida
en La Catedral de la Mancha. Es el edificio más
céntrico y antiguo del pueblo. De estilo gótico tardío,
tiene una planta con tres naves cubiertas con bóvedas
de crucería ornamentadas y muestras de arte ojival.
El Convento de las Monjas Trinitarias, también llamado
“el pequeño Escorial” por su estilo renacentista
herreriano.Tiene una estupenda colección de pintura y
escultura.
El Museo del Humor gráfico expone dibujos de
Mingote, Peridis, Mendi y Mena. Otras obras
relacionadas con El Quijote de Chumy Chúmez o
Madrigal, entre otros.
El Museo Cervantino exhibe una interesante colección
de ediciones del Quijote en más de 70 lenguas
diferentes. Hay ejemplares firmados por Hitler, Gadafi y
otros políticos o intelectuales famosos. Destaca una
primera edición del Quijote en euskera, otra escrita en
caracteres celtas, procedente de Irlanda, así como una
colección de manuscritos, como el realizado por
reclusos del reformatorio de Ocaña en el año 1926,
con bellas ilustraciones.
El Toboso tiene una gran oferta turística cultural con
rutas teatralizadas, literarias, monumentales y
nocturnas, visitas a pozos, bodegas, molinos, y también
hostelera con degustación de platos manchegos como
migas, ajo arriero, pisto manchego, duelos y quebrantos,
caldereta de cordero, etc.
Existe también, no podía faltar, el monumento a
Dulcinea.
Curiosamente, las mujeres del Toboso han tomado el
pueblo hace tiempo y dirigen los destinos de sus
habitantes desde sus cargos como alcaldesa, secretaria,
médica, bibliotecaria, maestra, boticaria, etc… son las
Dulcineas del Toboso de hoy.
Alguien dijo que,
de no existir El
Toboso, habría que
inventarlo.
