E
E
l primer reconocimiento
que una institución pública
le rinde en Euskadi a Rául
Guerra Garrido, estuvo
impulsada por Denis Itxaso
responsable del Departamento de
Cultura de la Diputación de
Guipuzcoa. Se trataba de
conmemorar el 50 aniversario de
“Cacereño” la primera novela vasca
del escritor. En opinión de Itxaso la
obra literaria de Raúl Guerra
Garrido y su compromiso en la
defensa de la libertad, merecían este
reconocimiento.
Lo mismo debieron pensar en el
Consejo de Ministros del 1 de
marzo donde se acordó conceder la Gran Cruz de la
Orden Civil de Alfonso X el Sabio al escritor. Esta
distinción premia la labor de las personas físicas o
jurídicas que hayan contribuido en grado extraordinario
al desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura, la
docencia o la investigación.
La ministra de Educación Isabel Celáa le haría
entrega de la condecoración en el marco del homenaje
tributado por la Diputación Foral de Guipuzcoa el 27
de marzo con motivo del 50 aniversario de
“Cacereño” y como reconocimiento a su trayectoria
vital y artística.
El homenaje no terminaría ahí, porque incluía un
documental que recorre los escenarios y personajes de la
novela para realizar un verdadero retrato social de la
Guipuzcoa de los años 60.Además, un libro “Raúl Guerra
Garrido 2019” en el que participan escritores y
escritoras vascos.
El acto homenaje contó con una amplia
representación social y cultural de Guipuzcoa,
representantes institucionales, políticos, escritores y
por supuesto miembros de la actual Junta Directiva
de AEFLA.
El Palacio de la Diputación Foral de Guipuzcoa, en
San Sebastián, fue el marco escogido para la celebración.
De estilo neobarroco inspirado en la Opera de París, está
situado en la Plaza de Guipuzcoa.Al pie de la
espectacular escalera con balaustrada de bronce, un
grupo de baile del Centro Extremeño de un barrio de
San Sebastián esperaba la llegada de Raúl Guerra, la
ministra de Educación, Denis Itxaso, otros representantes
institucionales y Fernando Aramburu autor de “Patria”.
El aforo del Salón del Trono, la sala más amplia del
palacio, resultó insuficiente para albergar tantos asistentes
y más de uno se quedó en las puertas de la Diputación.
La
Laudatio
fue leída por Fernando
Aramburu y resaltó que Raúl Guerra
fue el primer escritor grande y famoso
que conoció en persona.“demasiado
español en Euskadi, demasiado vasco en
otras partes” señaló Aramburu. Elogió
que se implicara en la acción cívica
siendo uno de los fundadores del Foro
de Ermua, pagando un precio muy alto
porque un ataque destruyó su farmacia
y tuvo que llevar escolta.“Fuiste un
escritor independiente, insobornable y
con coraje cívico”
Isabel Celáa en su discurso destacó que
el reconocimiento al escritor tiene una
dimensión literaria innegable y una
dimensión ética al poner en valor “el
coraje cívico y la claridad de ideas que tuvo Raúl Guerra
para enfrentarse al sectarismo y la intolerancia”.
En su intervención Denis Itxaso destacó que
“Cacereño” sigue estando plenamente vigente aunque el
país haya cambiado “por eso nos vemos reflejados en sus
páginas y tomamos conciencia de que siguen quedando
cambios por hacer”.
Finalmente Raúl Guerra agradeció el homenaje y se
refirió al “hecho terrible” que ha supuesto el terrorismo
“estamos en un tiempo post terrorismo y lo que hace
falta es una reflexión, una autocrítica seria y la literatura
tiene mucho que ver en eso”.
No solo le entregaron La Gran Cruz de Alfonso X el
Sabio, también el bastón de mando. Un acto lleno de
cariño y respeto a un hombre que se merece homenajes
como éste. Por su brillante trayectoria literaria: Premio
Nacional de las Letras, Premio Planeta, Premio Nadal…y
tantos otros. Por su calidad humana, su arrojo.Todos los
asistentes destacaron su integridad moral.
Fue un acto brillante, con actuaciones musicales,
versolaris, lágrimas de emoción, risas. Muy bien
organizado.
Desde AEFLA te damos la enhorabuena Presidente.
n
Homenaje 50 años de “Cacereño” a
Raúl Guerra Garrido
5
Pliegos de Rebotica
2019
