adiós” diciendo: “Camarada, esto no es un libro.
Quien vuelve sus hojas toca un hombre”. Tuve
una buena amistad con Alejandro Finisterre,
mostrándome muchos rasgos y vivencias poco
conocidos del poeta. Leyendo a León Felipe
comprendemos la
dimensión, el vuelo,
el sentimiento
humano de su
poesía. En lo que se
refiere a Alejandro
Finisterre, cabe
decir que además
de sus vivencias
como editor, fue el
inventor del
futbolín
, juego muy
popular con el que
ganó mucho dinero.
¿Cómo lo definirías en su faceta como poeta?
Sus versos y su vida constituyen un bloque
indisoluble. El tema del hombre y de la justicia
aparecen indisolubles. Desde su época de
boticario en Almonacid de Zorita, un pueblo de
la provincia de Guadalajara, donde León Felipe
fue boticario y dejó una huella de honestidad que
todavía perdura. Más que como farmacéutico se
le consideraba un genio, un tipo singular,
generoso y sublime.Y allí, en la Alcarria cargó su
inspiración para empresas mayores, para todas
sus futuras aventuras literarias. Para uno de sus
“retratos” escribirá: “Que hay un verso que es
mío, sólo mío/ como es mía, / mi voz. Un verso
que está en mí / y en mí siempre encuentra
su medida”.
Tienes grandes anécdotas con los más
importantes escritores de nuestro país.
¿Alguna de ellas que recuerdes en estos
momentos?
Cualquier anecdotario surge desde los caminos
recorridos, por la propia actividad profesional.Yo
he conocido a los grandes escritores de España e
Iberoamérica en mis tareas periodísticas como
20
Pliegos de Rebotica
2018
HABLANDO ENTRE AMIGOS HOY CON...
“ ”
He conocido a los grandes
escritores de España e
Iberoamérica en mis tareas
periodísticas como crítico literario,
entrevistador y corresponsal de
prensa extrajera: Azorín, Ortega y
Gasset, Gregorio Marañón,
Camilo José Cela…
Antonio Machado y León Felipe leyendo sus poemas en Valencia.
Fotografías: Archivo Saiz Viadero
