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Pliegos de Rebotica
2018
cantaba a las piedras del camino, a los guijarros
humildes de las carreteras que somos todos:
Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
…
Y Joan Manuel Serrat musicó mi poema sobre El
Quijote, que fue muy popular:
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
…
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
…
Mi aventura americana se abrió paso en mi mente
como un ciclón; como una premonición en aras de la
paz y de la armonía.Y fue un acierto.Allí ocupé cargos
de bibliotecario, profesor de español, lector de lengua
y literatura española en la Universidad de Cornell,
traductor,Agregado Cultural de la Embajada de España
en Panamá.Allí conocí el amor y me casé con Berta
Gamboa en Brooklin.
Ciertamente, cuando se declaró la Guerra Civil en
España, yo estaba en Panamá, y, sin dudarlo, me vine a
luchar en el bando republicano, absolutamente
convencido de la desgracia que sobrevenía con el
levantamiento militar de Franco. En este tiempo se
desencadenó mi ira, se desató mi lengua y mis
discursos se llenaron de arengas, proclamas y alegatos
en defensa de la Republica, en todos los foros a los
que tenía acceso. No me arrepiento de lo que dije
sobre el dictador:
La verdad es … que cuando Franco, el sapo iscariote y
ladrón, con su gran escuadrón de cardenales y
banqueros se atrevió a decir que la guerra de España
era una “cruzada religiosa” y que Dios estaba con
ellos… al poeta le entraron unas ganas irrefrenables
de blasfemar.
Mi claro posicionamiento con el bando republicano,
aparte de sufrir los bombardeos enValencia y en
Barcelona, me valieron para colgarme la etiqueta de
poeta maldito; y durante todos los años de la dictadura
franquista me convertí en un autor prohibido. Por eso,
muchos españoles como tú, no habéis oído hablar de
mí y mi nombre no se menciona en muchos libros de
historia o literatura. Pero me da igual; ha valido la pena
defender mis creencias y mis convicciones.
Si, es verdad, me he radicalizado. He evolucionado
desde una sensibilidad claramente ingenua, tierna,
honesta, naturalista y existencial, hasta una
concienciación política que me rebela y me enrabieta.
Algunas de mis últimas creaciones
: El poeta maldito,
No me contéis más cuentos,Todo pasa en la sombra,
Yo estoy en el infierno y Yo soy el gran blasfemo; lo
evidencian.
El 18 de septiembre de 2018 hace ya 50 años que me
fui al otro mundo.Tenía 84 años y estaba en México,
exiliado, lejos de mi querida y añorada tierra.
He dejado un testamento, mi último poema: PERDÓN
.
Soy ya tan viejo,
y se ha muerto tanta gente a la que yo he ofendido
y ya no puedo encontrarla
para pedirle perdón.
Ya no puedo hacer otra cosa
que arrodillarme ante el primer mendigo
y besarle la mano.
Yo no he sido bueno...
quisiera haber sido mejor.
Estoy hecho de un barro
que no está bien cocido todavía.
¡Tenía que pedir perdón a tanta gente!...
Pero todos se han muerto.
¿A quién le pido perdón ya?
¿A ese mendigo?
¿No hay nadie más en España...
en el mundo,
a quien yo deba pedirle perdón?...
Voy perdiendo la memoria
y olvidando las palabras...
Ya no recuerdo bien...
Voy olvidando... olvidando... olvidando...
pero quiero que la última palabra,
la última palabra, pegadiza y terca,
que recuerde al morir
sea esta: PERDÓN.
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