Lirios para el altar
y rosas para el tálamo…
Lirios para el amor divino,
rosas para el amor profano.
(Rosas y lirios que,
quizá nunca se hayan
visto revestidos por tan
bellísimas palabras…).
Los específicos y la
especialidades son
consustanciales a
nuestra profesión.
El Sandalio anteriormente citado –boticario
improvisado– proporciona al personaje enfermo
las medicinas que recetó el doctor:
El
, lo
tomará usted ahora mismo: / treinta gotas y
dos horas
más tarde. ¿Le preparo las gotas? Y al
salir de escena recomienda al
enfermo: No olvide tomar las gotas
de bromuro.
Conocimientos de farmacia
de los que vuelve a hacer
gala en este romancillo bufo-
farmacéutico rescatado por
Alejandro Finisterre:
Hablan Don Juan y Don Luis
:
Don Luis: ¿Qué le gusta a V. el
Guzmán?
No lo creo, no lo creo,
que le guste a usté Mateo
Alemán.
Don Juan: Pues me gusta, sí señor.
Don Luis: Pero, ¿por qué? ¿Por su prosa,
por su moral, por su humor?
Don Juan: Me gusta por otra cosa.
Don Luis: Dígamelo V. ¿Por qué?
Don Juan: Lo diré quedo…bajito,
que no lo oiga un erudito.
Porque tiene un no sé qué
ese librejo maldito
que en cuanto lo ojea V.
se duerme como un bendito.
¿Mal año para Justina
y el Lázaro?...No tal:
Malo para la
.
En este trabajo vamos a exponer las
correspondientes citas farmacéuticas organizadas
por materias; y, así,
de la
,
destacamos:
El ruido de las hélices
/ de ese abejorro
enorme / de
aluminio
y de lienzo
/ es el zumbido
familiar y antiguo /
que viene de los
sueños / de todos los
poetas.
Nuestras lágrimas
tendrán un origen más ilustre./ Será más alta
nuestra pena / y más noble nuestro
lamento. / El
de nuestra
angustia / hará de
sucio /
de todo el caudal de Lear y de
Job.
Echa a andar otra vez este
barco varado, marinero. / Tú
tienes una estrella en el
bolsillo…/ una estrella
nueva de
, de
fósforo y de imán.
Y el sueño no es enemigo del
hombre, como el zorro… / Es
enemigo de la tachuela y del
cálculo, / de las duchas heladas y
del puñal de amoniaco.
Por su parte, la
es un rico
caudal del que seleccionamos :
Y todos hablamos de la muerte, / y nos disfrazamos
de
…/ y cubrimos nuestros huecos
huesos
/ Con un manto de flautas…
Yo no soy nadie: / Un hombre con un grito de estopa
en la
/ y una gota de asfalto en la
.
La
sangre
del hombre está no sólo / hecha para
mover su
corazón
, / sino para llevar los ríos de la
Tierra / las
venas
de la Tierra / y mover el corazón
del mundo.
Y este fragmento bellísimo de
El vendedor de
diamantes
en el que roza la
:
11
Pliegos de Rebotica
2018
