de El Ángel de Oro
y a la vez viceburgomaestre de
la pequeña ciudad. (Pág. 19).
De
Un invierno en Mallorca
(George Sand)
Mis hijos estaban tan impresionados, que
coleccionaban todo y pretendían llenar nuestras
maletas de aquellas hermosas piedras de cuarzo y de
mármoles veteados de todos los colores de que están
formados los taludes de piedras encajadas que cierran
todos los cercados. Por eso los campesinos, al vernos
recoger hasta las ramas muertas,
nos tomaban por
boticarios
o por verdaderos idiotas. (Pág. 61)
Íb. Felizmente,
el cartujo farmacéutico
nos
vendió un exquisito benjuí, resto de la provisión de
perfumes que se utilizaban para incensar antes en
la iglesia de su convento a la imagen de la divinidad
y esta emanación celeste combatía victoriosamente
en nuestra celda las emanaciones de octava fosa
del infierno (la estufa que los calentaba) (Pág. 227).
De
Eugenia Grandet
. Honorato de Balzac. Ed.
Círculo de Lectores, pág. 152.
–¡Pobre Nanón! ¿Quieres beber una copita de grosella?
–¡Ah! Si es grosella, yo no diré nunca que no; la señora
la hace mejor que los
boticarios
; la que ellos venden
es una droga.
–Sí; ponen demasiado azúcar y no sabe a nada – dijo el
buen hombre.
De
La vida cotidiana en la España de
Velázquez
: (Dirigida por N. Alcalá-Zamora.Pág. 321
y 322.):
<<El aguardiente y el letuario (sic) tenían una gran
cantidad de adeptos. […]
Un boticario de
Valdemoro
, que destilaba un magnífico
aguardiente, hizo fortuna dándolo a vender en
puestos callejeros.>>
E, incluso, apotecario:
De
La catedral del mar
(Ildefonso Falcones)
Pág. 52: <<[…] porque tenían los hornos ocupados
en fabricar las complicadas baldosas de una nueva
casa, los platos policromados de la vajilla de un
noble o los botes de un apotecario>>.
De
El hijo del centauro
(Javier Puerto) extraemos la
descripción de una botica renacentista, nada menos
que la del Monasterio de El Escorial:
<<
La botica
del monasterio es una de las más
bellas del mundo. […] Es grande, hermosa, aseada y
en sus anaqueles reposan todo género de
medicinas: jarabes, aguas, aceites, ungüentos,
emplastos confecciones, laxativas, electuarios,
conservas, antídotos tabletas, polvos y muchas
otras. Detrás del establecimiento principal se
encuentra una muy luminosa rebotica servida de
una fuente. Allí se guardan muchos simples como el
ruibarbo, la escamonea, el agárico, el turbit, los
tamarindos, los mirobalanos, las especias
aromáticas, flores, raíces, hierbas y gomas. Desde
ella se desciende por una escalera hasta dos
estancias en donde se preparan los jarabes, los
zumos, las infusiones y se conservan los aparatos.
[…] Se llega aun corredor. […] Si lo seguimos,
penetramos en la casa de las Aguas destiladas.>>
(Pág. 227).
Y cerremos estas citas con la perla que nos deja
Cervantes en el capítulo XXXVII de la P II de su
Don
Quijote
cuando Sancho exclama:
<< […] porque yo he oído decir a un
boticario
toledano, que hablaba como un silguero que donde
intervienen dueñas no podía suceder cosa buena.
¡Válame Dios, y que mal estaba con ellas el tal
boticario
!>>.
Veamos, para terminar, la secuencia extraída del
Covarrubias
:
BOTE
.Vaso de barro vidriado, redondo, alto e igual
que dio nombre a los boticarios, porque en los botes
conservan los ingredientes, los olores, los electuarios y
conservas y drogas o especies.
BOTICARIO
. El que vende las drogas y medicinas, y
por razón de tenerlas en botes le llamamos boticario.
BOTICA
. La tienda del boticario y también la del
mercader, donde tiene los paños y sedas y otras
mercaderías.
En definitiva, proximidad de nuestra profesión a los
escritores de todos los tiempos.Y su protagonismo en
la veta creativa de los mismos.
Posibles ilustraciones: El centauro Quirón, un bote de
farmacia, un “ojo de boticario” o armarium
pigmentorium, una foto deVenecia (el Puente Rialto,
por ejemplo).
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Pliegos de Rebotica
´2015
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