Pliegos de Rebotica - Nº 114 - julio/septiembre 2013 - page 24

gastos de dichos festejos van con cargo al
erario público, inoculándonos en
pequeñas dosis, una corrupción vestida
de falsa normalidad y naturalidad,
como medida preventiva para evitar
cualquier día, los choques anafilácticos
de todo un país.
He señalado diferentes situaciones,
consecuencia de descuidos, por no cuidar los
pequeños detalles, por no saber escuchar,
por hablar demasiado, por no respetar al
vecino, pero confieso que
el mayor
descuido que conozco
,
es el que es capaz de
matar
, descuido
consecuencia de un
lapsus
de la mente
como la del conductor
del tren Alvia Madrid- Ferrol, el
día 25 de julio de 2013. Leo la noticia y me
entero que en la curva A Grandeira, en el barrio
de Angrois a pocas horas de celebrar el día
grande de Galicia, un tren con 13 vagones
llevando 247 personas, descarrila y deja 79
personas en el andén de las ánimas. Todos los
datos aportados indican como responsable un
presunto descuido del conductor, descuido que
mata y descuido que nos ha dejado llenos de
dolor.
Es difícil saber, qué ocupaba la mente de un
maquinista que había pasado 60 veces por la
curva A Grandeira sin novedad, qué problemas
pesaban sobre él si su situación era
aparentemente la misma, pero lo cierto es que
también su suerte descarriló
aquel día.
Qué curiosidades
guarda el destino,
cuando leo que alguna
persona manifiesta
“mi
descuido con el tiempo, me
hizo perder el tren” y para otros “el
descuido ajeno les quitó la vida”
Y así es como nos preguntamos ¿por qué
nos falla la vida de los afectos, del
equilibrio, cuando tenemos trabajos de
responsabilidad, sintiendo vértigo al
asomarnos al balcón de los
sentidos? ¿Qué motivos pueden
condicionar nuestras actuaciones
y transformarlas en incorrectas?
Es necesario que escuchemos a
nuestro interior con la misma
frecuencia que oímos música, leemos o
hacemos algo que nos gusta. Este proceso
necesita un entrenamiento pero una vez
conseguido, podría llevarnos a tener la valentía
de pedir una sustitución en el puesto de trabajo
en ese día que algo nos pasa.
Un último recuerdo, con estos versos, para los
que dejaron sus ilusiones a menos de 3 Km de
la estación de Santiago de Compostela y para
los que quedaron esperándoles y aun siguen
allí,…esperando…
Ya no puedes decir nunca
que las penas no son nada.
Su vida se fue en un tren
y la pena volvió a casa…
Sola, rota, taciturna,
partida y acongojada,
enroscada va a tu cuello,
al igual que una bufanda,
silenciosa en el bullicio
donde suenan las palabras.
Camino de Santiago,
quedaron las esperanzas.
Setenta y nueve personas
han dejado su equipaje
en el andén de las ánimas.
En un andén solitario,
inundado por las lágrimas,
lleno de maletas negras,
lleno de maletas blancas.
En las negras, la tristeza
en las blancas, la esperanza.
Ya no puedes decir nunca
que las penas no son nada.
Su vida se fue en un tren
y la pena volvió a casa…
P
de Rebotica
LIEGOS
24
LOS CAMINOS COLATERALES DEL CORAZÓN
1...,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23 25,26,27,28,29,30,31,32,33,34,...52
Powered by FlippingBook