FARMACÉUTICOS N.º 404 -
Abril
2015
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eficiencia de la intervención del farmacéutico comunitario en la
dispensación del medicamento y su remuneración más adecuada.
PRÁCTICA COLABORATIVA:
esta área de trabajo incluye
impulsar la práctica colaborativa con otros profesionales sanita-
rios, comenzando por la atención primaria de salud, y favorecer la
coordinación entre farmacéuticos de distintos ámbitos.
Dentro del área de trabajo de
PRÁCTICA COLABORATI-
VA
1
, y con el objetivo de identificar las oportunidades y barreras
para desarrollar una práctica colaborativa entre los diferentes pro-
fesionales que intervienen en el proceso de atención del pacien-
te y plantear acciones para su implantación efectiva, se celebra-
ron dos sesiones de trabajo. Se ha explorado hacia dónde se debe
avanzar para favorecer esta colaboración:
– En Atención Primaria: colaboración interdisciplinar
(médicos y enfermeras de Atención Primaria y farmacéu-
ticos comunitarios).
– Entre ámbitos asistenciales: colaboración farmacéutica (far-
macéuticos comunitarios y farmacéuticos primaria/hospital).
2. Cooperación: bases conceptuales
Existen muchos sectores donde la cooperación es necesaria para
conseguir los resultados esperados, y la Sanidad es uno de ellos.
Sin cooperación difícilmente será posible ofrecer a los pacientes
una atención sanitaria de calidad, por lo que debe generarse con-
ciencia de ello entre los profesionales sanitarios.
Los profesionales sanitarios –farmacéuticos, médicos, enfer-
meros y demás miembros del equipo de salud– del futuro deben
trabajar en colaboración para integrar y trasladar el conocimien-
to científico disponible; algo que la Organización Mundial de la
Salud ya señaló en su Informe sobre Salud Mundial de 2008
2
.
Asimismo:
– Organismos internacionales están ratificando este plantea-
miento colaborativo en recientes documentos políticos, como:
el Consenso para la colaboración ética entre organizaciones
de pacientes, profesionales sanitarios e industria farmacéutica
(2014)
3
firmado por la Asociación Médica Mundial, el Consejo
Internacional de Enfermería, la Federación Internacional Farma-
céutica (FIP), la Alianza Internacional de Pacientes y la Federa-
ción Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas.
– La FIP expresó este concepto de práctica colaborativa
4
en
2010, como “la práctica clínica en la que los farmacéuticos cola-
boran con otros profesionales de la salud con el fin de atender a
los pacientes, a los cuidadores y al público”.
Además, el perfil de paciente ha cambiado. El número de
pacientes mayores, crónicos, polimedicados, que viven solos en
sus hogares, va en aumento. Una tendencia que hace necesario
que los profesionales que intervienen en su atención colaboren
para optimizar los resultados de la farmacoterapia y conseguir así
mejores resultados en salud. Un cambio de paradigma sociosa-
nitario que hace imprescindible una atención más personalizada
y una respuesta integral a los problemas de salud, mediante una
colaboración que favorezca la continuidad asistencial del pacien-
te. Para desarrollar mecanismos de comunicación y cooperación
que permitan mejorar este proceso deben tenerse en cuenta dos
aspectos clave:
COMUNICACIÓN – COOPERACIÓN.
Comunicación
Nos referimos al intercambio de información en los tiempos ade-
cuados para que los integrantes de los diferentes proveedores de
salud, tanto públicos como privados, puedan tomar las decisiones
que impacten directamente en el paciente. Asimismo, nos referi-
mos a los medios electrónicos utilizados para facilitarlo. La comu-
nicación debe poner en valor el papel de cada uno de los pro-
fesionales, y debe caracterizarse por su reciprocidad, respeto y
relevancia. Mediante una buena comunicación podemos adelan-
tarnos a los problemas, evitarlos y proporcionar mejores servicios.
Cooperación
Cooperar es trabajar con otros profesionales compartiendo objeti-
vos de salud para un grupo de pacientes identificados previamente.
Además, cooperar implica compartir principios básicos y forma-
ción conjunta para desarrollar habilidades, aplicar herramientas de
gestión conjuntas y conseguir un auténtico trabajo interdisciplinar.
Algunas de las barreras que podemos encontrar en cualquier sec-
tor a la hora de cooperar son:
–
Efecto Silo
. Cada una de las partes se encierra en sus activi-
dades y, ni conoce ni le interesa lo que hacen el resto.
–
Estereotipos
. El desconocimiento del papel de los otros pro-
fesionales, basado en experiencias previas desafortunadas y en
rumores infundados, hace que se generalice la opinión a todo
un colectivo.
–
Políticas
. Incluso dentro de una misma organización nos
podemos encontrar con políticas que no favorecen la coopera-
ción con otros agentes, lo cual se convierte en un grave proble-
ma para que los resultados mejoren.
–
Rigidez de la estructura de comunicación
. Las organiza-
ciones fuertemente jerarquizadas no permiten una comunica-
ción ascendente u horizontal, por lo que se pierden oportuni-
dades para facilitar la cooperación.
1
Incluida en el compromiso 9 de la Declaración de Córdoba.
2
Informe sobre la salud en el mundo 2008. OMS, 2008
)
3
Consensus Framework for Ethical Collaboration between Patients, Organizations, Healthcare Professionals and the Pharmaceutical Industry
-
tion/2014/Consensus_Framework-vF.pdf
4
FIP Statement of Policy on Collaborative Pharmacy Practice (2010, Lisbon) (
=)