Revista Pliegos de Rebotica - Nº 140 - Enero-Marzo 2020 - page 39

E
La inolvidable tarde de la Feria de Otoño en la que
Antonio Ferrera, inspirado, armonioso, valiente y creativo,
da una emocionante y singular lección de tauromaquia.
E
l sol se pone irradiando una luz cada vez más
triste, algunas plantas van quedándose desnudas al
despojarse de sus verdes y brillantes hojas que
van adquiriendo, a la espera de su final, una paleta
cromática de bellísimos colores; pardos, rojos,
ocres, amarillos, y llegado el momento los suelos se
alfombran con las ocres y tristes hojas de ese follaje que
necesita morir para renacer en la primavera siguiente. ¡El
otoño está aquí! este equinoccio es una estación triste,
que a mí no me gusta demasiado, los días son más cortos,
el astro sol se apaga antes y la oscuridad llega más
rápidamente, y mi biorritmo se ve alterado y en definitiva
porque lo identifico con la necesidad de morir para volver
a nacer, y además coincide con el final, en mi Madrid ,de la
temporada taurina.
Y de la Feria de Otoño en Las Ventas intentaré
contar mis sensaciones y emociones. Con una muy
buena programación y atractivos carteles: una novillada
con novillos de fuente Ymbro para los novilleros El
Rafi, que se presentaba en esta Plaza, Tomás Rufo, y
Fernando Plaza. Mano a mano de Paco Ureña y Miguel
Ängel Perera con toros de Juan Pedro Domecq, Núñez
del Cuvillo y Victoriano del Rio, despedida del Cid de
esta su plaza, y encierro con 6 toros de distintas
ganaderías de Antonio Ferrera.
El Cid se despidió de las Ventas el día 4 de octubre. Por
la mañana en la Sala Bienvenida de la “catedral del toreo”
se celebró un emotivo homenaje en el que participaron
ganaderos cuales Victorino Martín, Matías Fraile, o José Luis
Lozano cuyos toros fueron lidiados tantas veces por el
Maestro y dio tantas tardes de emoción y felicidad a veces
mermada por su desacierto con los aceros que le
impidieron, más de una vez faenas, su salida por La Puerta
Grande.
Por la tarde tras el
paseíllo y tras cambiar la
seda por el percal, los
aplausos de los
aficionados obligaron a
Manuel Jesús a saludar
desde el tercio.Tras
matar a los dos toros de
su lote con sendas
buenas faenas, una de las
cuales mereció la entrega
de una oreja, no así la de
su segundo toro que los
aceros cercenaron , una
vez mas, su ilusión de
salir la Puerta Grande, aun así los compañeros, en
homenaje y reconocimiento a una brillante trayectoria en
esta Plaza, le sacaron a hombros por la puerta de
cuadrillas. ¡Larga vida Maestro!
El 29 de septiembre se celebró el mano a mano
entre Ureña y Perera. Máxima expectación para ver a
estas dos grandes figuras de la tauromaquia. Ureña
estuvo desplegando torería responsabilidad y pundonor,
está en plenitud de facultades y con ganas, a pesar de
las graves cornadas recibidas últimamente que en nada
han mermado su hambre de triunfo, el riesgo y la
emoción son imprescindibles en la tauromaquia, y con
Ureña, generalmente, se vive esa emoción y riesgo, tal
vez, evocando a Miguel Hernández, “se crece en el
castigo”. Curiosamente y no por casualidad ha sido
galardonado con el vestido Rioja y Oro, trofeo que
otorga la Casa de Rioja en Madrid al triunfador de la
Feria de San Isidro, por un Jurado al que me honro
pertenecer desde hace muchos años.
Miguel Ángel Perera toreó con gusto y verdad, toreo
vertical que con el toro deVictoriano de Rio que le tocó
en suerte, pronto y con codicia, citándole de lejos, desde el
centro del redondel, nos proporcionó, con esa arrancada
del astado y esa quietud del torero, seguida de una
templada faena de muleta, una de los momentos más
emotivos vivido esta temporada.
Llegó el sábado 5 de octubre, Ferrera se encerraba con
seis toros de diferentes encastes de las ganaderías de:
Alcurrucen, Parladé,Adolfo Martín,Victoriano del Río y
Domingo Hernández.
En los alrededores de la Plaza se vislumbraba máxima
expectación. Los aficionados departíamos en corrillos
nuestro pensar, en el ambiente flotaba la división de
opiniones, algo inherente al espectáculo, que si era
excesivo para Ferrera, que si no tenía recursos…
Dentro de la Plaza un sol fulgurante y una colorista
gradería expectante esperaban, esperanzadamente, el inicio
del paseíllo. La banda de
la Plaza interpreta el
pasodoble “Plaza de las
Ventas" de Manuel Lillo.
Ferrera vestido de
Blanco, bordado con
adornos de animales de
diferentes colores,
novedoso para la
singular ocasión, con la
liturgia acostumbrada
acompañado de sus
cuadrillas; Chacón, Ángel
Otero, Fernando
Sánchez ,Carretero;
Domingo Siro, Julio
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Rosa Basante Pol
Pliegos de Rebotica
2020
DESDE EL CALLEJON
Antonio Ferrera
Inolvidable tarde de la Feria de Otoño
Antonio Ferrera
da emocionante y singular
lección de tauromaquia
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