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a Feria de San Isidro, tras 31 días
de espectáculos taurinos y actos
culturales con ellos relacionado;
homenajes, presentaciones,
exposiciones, tertulias taurinas y
demás actividades, ha llegado a su fin por
ello quiero dejar constancia de lo que, a
mi juicio, quedará para el recuerdo.
Muchas han sido las sensaciones y
emociones sentidas a lo largo de tantas
jornadas y sin duda momentos tediosos
no deseables sobre todo en la
contemplación de una corrida de toros
pero el balance, lo que ha quedado en mi
retina, sin ambages es positivo.
Ahora que tanto se cuestiona, lo que por
otra parte no es nada nuevo, la continuidad de las
corridas de toros, hemos de insistir que en La plaza de
las Ventas casi un millón de espectadores han asistido a
lo largo de esta Feria ¡ahí es nada!, lo que nos permite
corroborar que, tras el futbol, La Fiesta de los Toros
sigue siendo el segundo espectáculo de masas de este
país.Ahora bien el público asistente, presumiblemente, es
un público diferente al de años anteriores lo cual no es
más que síntoma de renovación, sin menoscabo de que
las decisiones del respetable, al menos en la concesión
de premios, son vinculantes.
El toro incuestionablemente es el elemento fundamental
del ritual, y ¿cómo han sido los toros que han salido al
ruedo? Ha habido toros encastados, con codicia, de
ganaderías cuales: Baltasar Iban,Victorino Martín,
Victoriano del Rio,Alcurrucen,Adolfo Martín …, sin
embargo, para mí no ha habido ninguna corrida
completa. En Las Ventas algo que no siempre comparto
es demandar un toro con sobrepeso, sin considerar que
cada encaste es diferente y no todos han de tener un
peso excesivo, eso sí el toro que sale al ruedo ha de
estar en tipo acorde a su encaste bien rematados y con
trapío, lo de manso o bravo lo veremos en el ruedo.
En esta Feria he echado en falta un buen tercio de varas,
hoy día casi inexistente aunque no
puedo alegar las causas, yo revindico
este tercio necesario para medir la
bravura del toro y ahormarle para
que el astado, posteriormente,
humille en la faena de muleta. En mi
recuerdo solo un buen puyazo; el
que Israel de Pedro dio a
Malagueño, excelente toro de
Alcurrucen al que se le concedió la
vuelta al ruedo.
Falta hubo de quites, esta suerte tan
disfrutada por los buenos aficionados
permítanme la licencia “está en vía de
extinción” el toreo moderno casi no exige
lidia sino hacer faena y a todos los toros a
ser posible la misma, ¡grave error! .Sin
menoscabo de lo antedicho hubo algún
quite, sirva de ejemplo el de Roca Rey por
saltilleras al toro al que respondió el
David Mora por gaoneras.
De toreros son muchas las emociones
sentidas viendo a Enrique Ponce, lección
de tauromaquia con elegancia, señorío y
entrega, el valor, la técnica y la verdad de
Paco Ureña consiguiendo someter a un
difícil toro del Torero, el arrojo de
Alejandro Talavante ante un manso de Nuñez del Cuvillo
al que en la querencia bordó con la izquierda el toreo al
natural, el mérito y el esfuerzo de Sánchez Vara lidiando
un “no manejable y descastado” Saltillo, o la gesta de
tiempos legendarios que Rafaelillo emuló lidiando al toro
cárdeno claro, Malagueño , de la ganadería de Adolfo
Martín, toro difícil al que el “maestro” sacó muletazos
por bajo y donde más lejos se está de las ayudas pero
siempre por la cara, aguantando y ante una ligazón
imposible, de uno en uno pasándoselo de pitón a pitón
en una faena de riesgo, verdad, y dominio en la que el
dramatismo te tenía en vilo, cuajó una importante, y
emocionante, faena. Y qué decir de las incuestionables
faenas de David Mora y José Mª Manzanares.
Regresaba David Mora tras dos años de ausencia tras
aquella gravísima cornada. Su reaparición suponía el
triunfo del esfuerzo, el valor, y la superación, algo que el
público reconocimos haciéndole saludar desde el tercio.
Brindó el toro “Malagueño”, un astado de la ganadería de
Alcurrucen, cinqueño, negro bragado chorreado en
morcillo, meano, axiblanco, al cirujano de la Plaza, Dr.
García Padrós.Tras sufrir una voltereta inicial, que a
todos nos sobrecogió el corazón, David se vino arriba y
tras un quite por gaoneras cogió la muleta y realizó una
gran faena, que iba de menos a más, en la que la verdad,
pureza y armonía se impusieron y en
la que dos tandas de naturales
emocionaron al respetable. Faena
completa rematada por una estocada
a la suerte contraria.
Y llego la tradicional corrida de la
Beneficencia, 1 de junio, en al que se
anunciaban toros de Victoriano del
Rio y de Cortés para los matadores:
Sebastián Castella, José Mª
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ROSA BASANTE POL
Pliegos de Rebotica
´2016
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DESDE EL CALLEJON
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De toros, maestros,
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