E
E
n el mes de julio de 1953, Silvio
Santiago el alma del Centro Gallego de
Caracas, preparaba los actos del Día de
Galicia. Actos llenos de variedad,
riqueza, colorido. El año anterior
consiguió la presencia de un gran escritor muy
querido por todos los gallegos, Eduardo Blanco
Amor, y en esta ocasión esperaba la llegada nada
menos que de Camilo José Cela, para entonces
de 37 años de edad y 22 libros publicados. El
escritor había atendido la invitación personal
que le hizo el propio Silvio Santiago.
De repente, todo comienza a torcerse. No
encuentran director para la Agrupación Coral
Castelao y el 21 de julio no se tienen noticias
de que Cela pueda asistir a la conferencia que le
tienen programada para el 23.
Silvio Santiago, como buen gallego no se altera
demasiado. Deshoja la margarita “viene, no
viene…” y mientras tanto ha sustituido la Coral
por un grupo de gaitas.
Llega Cela en el momento justo. Despierta un
interés fuera de lo común en la prensa
venezolana y en los círculos literarios e
intelectuales. El Gobierno le declara huésped de
honor, le ofrecen coche oficial y hasta el avión
presidencial si hiciera falta. Lo nunca visto. Cela
es consciente de que ese interés no fue tanto
en el caso de otros intelectuales venidos de
España en otras ocasiones.
La conferencia de Cela trata de saudades,
añoranzas, morriña. La saudade pudiera tener
sus límites en lo puramente geográfico. La
añoranza es un sentimiento que anida en la
memoria. La morriña en opinión de Cela es un
apacible y venenoso vacío. Habla de gallegos
capaces de comerse el mundo en trance de
sosiego y en situación de azar o de aventura. De
Cervantes, de Calderón. De tantas
cosas…Larguísima conferencia.
Los asistentes aplauden, gritan, vitorean.
Las conferencias se suceden día tras día. Bien
pagadas. Pero la guinda del pastel la pone
Laureano Vallenilla Lanz hijo, ministro de
Relaciones Interiores del Gobierno venezolano.
Le propone a Cela escribir novelas basadas en
historias venezolanas. Que sea otro Rómulo
33
Marisol Donis
Pliegos de Rebotica
´2016
●
LOS BOTICARIOS
●
Centenario
del nacimiento
de
Cela
Un viaje a Venezuela
Camilo en los llanos.
Camilo con barba.
Camilo muy joven.
