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NUEVOS FÁRMACOS
Panorama Actual Med 2013; 37 (365): 618-622
ARTRITIS
Una articulación puede definirse como el lugar
en donde se encuentran y se mueven los extremos
o
epífisis
de dos huesos vecinos del esqueleto. Los
tipos de unión entre los huesos van a condicionar
la movilidad entre ellos y, por tanto, la funcionali-
dad del miembro en que se integran. En concreto,
las
articulaciones sinoviales
, también llamadas
diartrosis
, están dotadas de gran capacidad de
movimiento. Son, en general las de los miembros
que precisan de mayor movilidad funcional. Las
superficies articulares (los extremos de los huesos
implicados) carecen de periostio y están revestidas
de cartílago hialino
,
un tejido elástico que amorti-
gua las cargas y facilita el deslizamiento.
La articulación sinovial forma una cavidad vir-
tual cerrada
(cavidad articular)
en cuyo interior
existe una pequeña cantidad de
líquido sinovial
,
que sirve de lubrificante. La articulación está
recubierta en su capa más interna por la
mem-
brana sinovial
, rica en vasos sanguíneos, cuya mi-
sión es producir el líquido sinovial y mantener el
buen estado de nutrición articular. Por fuera de
la membrana sinovial, concéntricamente, se halla
una capa fibrosa, llamada
cápsula articular
, que
proporciona el revestimiento externo de la cavi-
dad articular. Ésta contribuye a darle estabilidad,
que se mejora mediante los ligamentos. Los mús-
culos y tendones
de alrededor de la articulación
también ayudan a mejorar la estabilidad, a la par
que a proporcionarle la energía externa necesaria
para el movimiento. Algunas articulaciones, para
mejorar el acoplamiento de sus superficies de con-
tacto, tienen dentro unas formaciones cartilagino-
sas llamadas
meniscos
. Finalmente, alrededor de
algunos huesos articulares o periarticulares existen
bolsas serosas
, cuya misión es favorecer el desli-
zamiento sobre la superficie ósea de los tendones
que discurren sobre ellos (
Peña, 2008
).
Las articulaciones pueden verse afectadas por
procesos degenerativos, procesos autoinmunes,
alteraciones relacionadas con procesos infeccio-
sos, la presencia de elementos (como los micro-
cristales) que alteren la funcionalidad articular des-
truyendo sus elementos integrantes, alteraciones
posturales o movimientos inadecuados que las
exponen a desgaste exagerado, los traumatismos
y los procesos oncológicos.
En las
artropatías degenerativas
, como la
osteoartritis
o
artrosis
, el proceso se inicia en el
cartílago. En cambio, en las inflamatorias comienza
en la sinovial. En una y otra afección, al final del
proceso evolutivo, se pueden acabar afectando y
destruyendo, en mayor o menor medida, todos los
tejidos articulares y periarticulares mencionados. La
artrosis se debe a un proceso de degeneración de
la articulación. Aunque al final de éste el deterioro
afecta a todos los tejidos y estructuras que forman
la articulación, se admite que el primer condicio-
nante, principalmente en la artrosis primaria, es la
actividad irregular de los condrocitos, las células del
cartílago que condicionan la calidad de la matriz ex-
tracelular del propio tejido cartilaginoso. La rotura
del equilibrio entre los procesos de síntesis y repa-
ración de los condrocitos y su entorno, determina
el deterioro de este tejido, que recubre los extremos
óseos que forman la articulación. La pérdida de sus
funciones fisiológicas de normal deslizamiento da
lugar al mal funcionamiento de la articulación y los
síntomas derivados.
Por su parte, las
artritis
o
enfermedades in-
flamatorias articulares
pueden producirse por
causas muy diversas, desde gérmenes hasta auto
agresión inmunológica o depósito de cristales; o
acompañar o estar presentes en el curso de otras
enfermedades sistémicas muy diversas. Dentro
de ellas, la
artritis reumatoide
se puede definir
como una enfermedad crónica sistémica, del te-
jido conjuntivo, que ataca sobre todo a las arti-
culaciones periféricas, evoluciona por brotes infla-
matorios y puede provocar pronto una invalidez
definitiva que va a modificar la vida del enfermo.
En otras palabras, la artritis reumatoide puede
considerarse una enfermedad de causa desenca-
denante desconocida y mecanismo autoinmune,
que produce inflamación crónica articular habi-
tualmente muy generalizada, de preferencia por
las articulaciones de manos y pies, produciendo,
en grado variable, según los casos y la respuesta
a los tratamientos, hinchazón, dolor, deformidad
y dificultad de movimientos que puede llevar, en
casos muy avanzados, a discapacidad funcional.
CITRATO DE ERBIO [
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Er] COLOIDAL CIS BIO
®
(CIS Bio)
CITRATO DE ERBIO [
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Er]