Cuando deje de llover
En este instante
de soledad de días,
el cielo se ha hecho profundo,
como la voz oscura
de un pozo infinito.
Los pájaros se han ido
cargando sobre sus alas
un incienso de promesas incumplidas.
El verde, hundido en el diluvio,
mantiene una compostura
expectante y confiada.
Las piedras son ya
hermanas de un mismo charco,
y las hojas,
enmascaradas de primavera,
bailan un minueto de remansos.
Llueve.
Llueve.
Llueve.
No hay intermitencias ni desvíos.
Cae el agua sin aspavientos,
como llega una desdicha cotidiana,
con costumbre.
Solo a veces, bocanadas de viento
revientan en intensos grises,
y un cierto aliento a desolación
infiltra insondable mis pulmones,
y marchita
la flora temerosa de mis vísceras.
Pero todo serádistinto
cuando escampe
y el irisado tesoro del cenit
asome por fin
en el tragaluz del cielo.
Espero en el silencio,
con mi aparejo de luz
escondido en la mirada,
con un cierto rango
de estrella rumorosa,
vadeando deslumbrada
entre las mareas del firmamento.
Espero.
Todo serádistinto
cuando deje de llover.
Y tu vuelvas.
11
Pliegos de Rebotica
2019
Laboratorios Cinfa
Premio
Verso
PREMIOS AEFLA 2018
Aurora Guerra Tapia