Revista Farmacéuticos - Nº 131 - octubre/diciembre 2018 - page 45

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José Félix Olalla
Pliegos de Rebotica
´2017
LIBROS
Carlos Murciano
Lastura
Ocaña 2017
71 páginas
E
n una dedicatoria manuscrita, Carlos Murciano
anuncia que este libro cierra su poesía. Parece
imposible que sea así, tal es la intensidad y la
dedicación que otorga Carlos a su creación poética.
Recuerdo para empezar unas palabras recogidas en
una lejana antología, 1950-1972, publicada por Plaza
y Janés. Escribió entonces el poeta de Arcos:
Hay
una luz repentina que echa a rodar por dentro ideas y
palabras
, y cuando lo hizo seguramente no sabía
hasta qué punto esa luz iba a acompañarle y puede
que ahora sea esa misma luminosidad la que le
impida interrumpir su tarea.
La dedicatoria de este libro de sonetos que aparece
en la colección Alcalima dirigida por Isabel Miguel,
nos brinda una oportunidad para esbozar un
pequeño balance, no exento de admiración por una
obra coherente y extensa de quien ha sido maestro
de una generación de escritores y poetas.
Me gusta la variedad. Concibo la poesía como una
actividad polifacética, como una aventura de la
comunicación que puede y debe buscar la
expresividad estética allí donde se encuentre. Este
polimorfismo explica que los juicios de valor
puedan ser muy distintos y legítimos al mismo
tiempo. En todo caso la forma juega un papel
esencial sin el cual no se aprecia un género tan
exigente como este.
Desde su primera entrega,
El alma repartida
, que
data del lejano 1954, Carlos Murciano mostró una
exquisita atención a la forma. De aquel primer libro
aún se destacan dos matices que han tenido
continuidad después: un gusto cierto por la claridad
y aquella primera parte que estaba toda ella
construida con lo que iba a ser su seña de
identidad, el soneto. El soneto es delicado, requiere
la talla de una piedra preciosa. Su brevedad y su
música hacen que cualquier mínimo fallo lo
desbarate pero una vez asegurados los cimientos,
será el contenido y la originalidad quienes muestren
las claves de su valor.
La búsqueda personal y solidaria por los caminos
del vivir empezaba entonces de la mano de la
literatura y el discurso sería ya multiforme con
paradas frecuentes en los grandes temas de tiempo,
amor, muerte y sentido, en las riberas del
humanismo cristiano. Los libros y los premios se
sucedían con rapidez:
Libro de epitafios, El revés del
espejo, Diminuto jardín como una araña,Amatorio
hasta sumar casi una cincuentena de poemarios y
otros tantos títulos en ensayo, literatura infantil y
narrativa.
El juego de las palabras, el juego con las palabras y
con los nombres está presente con una estimulante
frescura y con alusiones ocultas. Lo encontramos ya
en sus libros de juventud. En esta entrega de 2017
hay un soneto en el que todas las palabras
empiezan con la letra S –
con s de sueño
– y otro
dedicado a la música de César Frank, que contiene
un verso de César Franco quien fuera autor del
prólogo a la segunda edición de su libro teresiano
De roble y seda
.
Desde otras soledades me llamaban
está dividido en
dos partes de 21 sonetos cada una. La segunda se
dedica enteramente al asunto amoroso. Cuánto
amor es necesario para después escribir todo lo
que aquí se propone; Cuánto amor es posible
porque alguien me conduce y no me atrevo a
averiguar quién es.
Justo Jorge Padrón destaca el manejo de todas las
estructuras semánticas y rítmicas del poema que
permiten a Murciano, una vez dominada la forma,
poder olvidarla. De esta manera la naturalidad se
convierte en la ringlera que deja paso a una voz
personal que se percibe sin estridencias y que es
capaz de hacernos sentir nostalgia de lugares en los
que nunca estuvimos.
Desde otras soledades
me llamaban
1...,35,36,37,38,39,40,41,42,43,44 46,47,48,49,50,51,52
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