Revista Farmacéuticos - Nº 400 - Noviembre-Diciembre 2014 - page 42

FARMACÉUTICOS N.º 400 -
Noviembre-Diciembre
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La
piel
constituye la cubierta externa protectora de nuestro cuer-
po. Se trata de un órgano vital, indispensable para la vida; de hecho,
es el más grande de todos nuestros órganos, si exceptuamos los
músculos considerados en conjunto. Su volumen representa el
12-15% del total y supone entre 7 y 12 kilogramos del peso total
de un adulto.
La piel representa una cubierta protectora, que nos aísla del exte-
rior; por otra parte, nos relaciona con el medio ambiente que nos
rodea y es capaz de apreciar cambios de temperatura, formas, textu-
ra e incluso reconocimiento de los objetos que tocamos. La piel está
bien adaptada a su entorno.
La piel se encuentra constituida por tres capas, muy diferentes en
estructura y función, aunque íntimamente relacionadas entre sí. La
más superficial o externa es la epidermis, la dermis es la capa inter-
media, y la hipodermis es la más profunda y la de mayor peso.
La piel se une por medio de fibras colágenas a la fascia superficial
que cubre los músculos, proporcionado una gran solidez que opo-
ne una intensa resistencia a las fuerzas de desplazamiento tangen-
cial. La separación entre epidermis y dermis viene determinada por
una línea ondulada donde se sitúan las papilas dérmicas y las cres-
tas epidérmicas.
Toda la estructura de la piel se sustenta sobre el tejido conecti-
vo fibroso de las fascias y aponeurosis musculares, a las que se une
para dar soporte y resistencia a la envoltura cutánea que cubre el
cuerpo humano.
La estructura de la epidermis es la de un
epitelio
de cubierta
poliestratificado
, es decir, formando varios estratos o capas de
células epidérmicas, denominadas
queratinocitos
. Desde la pro-
ta 0,2 mm para la epidermis plantar. La
capa basal
forma una hile-
ra de células (queratinocitos basales) colocadas en una línea ondula-
da, en contacto con la dermis y formando con ella una sólida
unión
dermo-epidérmica
, en la que la dermis se introduce en la epider-
mis configurando ensenadas llamadas
papilas dérmicas
, y en don-
de la epidermis parece introducirse hacia la dermis formando cabos
o salientes denominados
crestas epidérmicas
.
Los queratinocitos del
estrato espinoso
se unen por medio de
unas estructuras que adosan las membranas celulares entre sí, los
desmosomas
. Por su parte, el
estrato granuloso
contiene queratino-
citos que segregan al espacio extracelular una sustancia de natura-
leza fosfolipídica asociada a mucopolisacáridos ácidos que evita la
pérdida de agua. Sobre el estrato granuloso se disponen el
estrato
córneo
, que es muy compacto en las regiones de piel que pertene-
cen a las palmas de las manos y a las plantas de los pies.
Toda la epidermis se genera de la división celular de los querati-
nocitos basales, que al proliferar se sitúan unos encima de los otros
y sufren un proceso de queratinización progresivo hasta llegar a la
superficie, en donde se descaman y se pierden. Un ciclo celular de
recambio epidérmico completo dura entre 52 y 75 días, desde que
una célula del estrato basal se divide dando lugar a otra y ésta llega
a la superficie y se pierde por descamación.
La
dermis
es un auténtico tejido de refuerzo (
tejido conectivo
),
y en él se integran células y matriz extracelular. En la dermis discu-
rren vasos y nervios. A la porción de la dermis que se coloca más
superficial, en contacto con la epidermis y, por lo tanto, con las papi-
las dérmicas, se la llama
dermis papilar
; la porción más profunda
recibe el nombre de
dermis reticular.
La célula que representa a la
1...,32,33,34,35,36,37,38,39,40,41 43,44,45,46,47,48,49,50,51,52,...64
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