FARMACÉUTICOSN.º 393 -
Marzo
2014
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dolorida que complementa el efecto contrairritante; pero esto mis-
monoesaconsejablecon losproductos rubefacientesdeacciónmuy
vigorosa, yaquepodríanprovocar unefectoverdaderamentedoloro-
so, incluso superior al que se pretende neutralizar. Enmuchos casos
(linimentos, etc.), los preparados contienen alcohol, lo que refuerza
el efecto terapéuticodebidoa laacciónvasodilatadora (mayor aún si
se aplica conmasaje) y además, al evaporarse sobre la piel, produ-
cen frío, actuandocomocontrairritante refrescante.Algunosmedica-
mentos de este grupo contienen varios tipos de contrairritantes. Los
medicamentos contrairritantes están específicamente indicados pre-
ferentemente en contracturasmusculares,mialgias, lumbalgias y, en
general, endoloresquenoesténasociados acuadros inflamatorios.
Es importantenominusvalorareldolor, yaqueundolor inadecua-
damente tratadopuedemodificarpor símismo la funcióncardiaca
(aumentode las catecolaminas plasmáticas: taquicardia, hiperten-
sión, infarto de miocardio), la función respiratoria (hipoventila-
ción, hipoxemia, atelectasias, infección), la digestiva (íleo, aumento
de secreciones), la genitourinaria (retención urinaria, aumento de la
liberaciónde lahormonaantidiurética [ADH]), lamusculoesqueléti-
ca (atrofiamuscular), lacirculatoria (tromboembolismo), la respuesta
inmune, la función cognitiva en pacientes geriátricos, etc. Los crite-
rios de valoración de los dolores osteomusculares o articulares agu-
dos se centran básicamente en la duración del dolor, su posible ori-
gen, su intensidady lossíntomasasociados.Lapersistenciadeldolor
esunclaro indicativodel tipode lesiónque looriginay, en lamayo-
ríade lasocasiones, de lagravedaddel proceso.
Asimismo, si el dolor espermanente, incluso en reposo, o si sólo
aparecen tras realizar determinados movimientos, es un indicati-
vo a tener en cuenta. Engeneral, deberá remitirse almédico a cual-
quier paciente que presente dolores persistentes durantemás de un
día, que no hayan remitido de forma sustancial tras la administra-
ción de un analgésico convencional (ácido acetilsalicílico, parace-
tamol o ibuprofeno, por ejemplo). En cuanto al origendel dolor, se
debe valorar si está delimitado a una zona orgánica o
a una determinada extremidad, y si de forma evidente
existeuna causaque justifique tal dolor.
Cualquier cuadro doloroso que no esté relaciona-
do directamente con la realización de movimientos
bruscos, esfuerzos musculares, o contusiones provo-
cadas por pequeños accidentes deportivos, domésti-
cos o callejeros, deberá ser evaluadodirectamentepor
unmédico.Aunque el dolor es, por definición, un sín-
toma subjetivo cuya intensidad está fuertementemar-
cadapor lapropiapersonalidaddel paciente, existeun
conjuntode signos algomás objetivos quepuede ayu-
dar avalorar externamente la intensidaddel cuadro.
Quizá el aspecto más determinante consiste en
determinar en qué medida es discapacitante para el
paciente, lo que se percibe a través de las actividades
cotidianas que éste deja de hacer como consecuencia del dolor. Es
obvio que un grado importante de discapacidad funcional impli-
ca lanecesidaddeundiagnósticomédico enprofundidad.De igual
manera, debe valorarse la proporción existente entre la causa apa-
rente del dolor (golpes, etc.) y la intensidad del mismo. Normal-
mente, cuando existe una gran desproporción entre el origen y la
sensación dolorosa (dolormuy intenso o que irradia a varios órga-
nosozonas corporales, frenteapequeñas contusionesomovimien-
tos pocopronunciados), es que existe algunapatologíadebaseque
acrecienta de forma anómala tal sensación dolorosa. Ello requiere,
inexcusablemente, un adecuadodiagnósticomédico.
Otro aspectomuy importante a valorar por el farmacéutico es la
presencia de otros signos y síntomas aparentemente asociados al
cuadrodoloroso.Entreellos, lapresenciade inflamaciónesquizáel
más común, puestoque lamayoríade los dolores agudos deorigen
osteomuscular o articular están asociados a reacciones inflamato-
riasmásomenos intensas.Tambiénel gradode inmovilidadarticu-
lar, cuando la zona afectada es una articulación aislada, constituye
un elemento a considerar.
Por estosmotivos, lapresenciade cuadros inflamatorios amplios
oqueproduzcanalgún tipode inmovilidadarticularmarcadadebe-
rán ser evaluados por un médico. De igual manera, también se
requiere un diagnóstico médico preciso en el caso de que exista
un cuadrohemorrágico abiertoounhematoma extenso, queharían
sospechar laexistenciadecomplicacionesvasculares eventualmen-
te importantes. La existencia de algunas patologías crónicas en el
pacienteafectadopor undolor osteomuscular agudopuedeconfun-
dir la adecuadavaloraciónde esteúltimopor el farmacéutico.
En este sentido, la existenciapreviade enfermedades osteomuscu-
lares degenerativas o reumáticas (artritis, artrosis, osteoporosis, etc.)
debe ser valorada y excluirse por completo como origen del cuadro
doloroso agudo. Si el origen no es claro, la recomendación eviden-
tees la remisiónalmédico. Igualmente, si el cuadrodoloroso se rela-
ciona con una lesión deportiva en un paciente que ya ha experimen-
tado esamisma lesión con anterioridad, se
hace recomendable la visita al traumató-
logo, parauna revisiónenprofundidad.
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