Además, se le indica al paciente que disminuya al mínimo el consumo de plátanos.
Durante esa semana sigue baja la frecuencia cardiaca por lo que se decide suprimir
la ivabradina y la toma del bisoprolol de la noche.
Finalmente, al cabo de unos días, desaparece la bradicardia y la frecuencia cardiaca
aumenta a 66-70 lpm. Entonces el paciente empieza a encontrarse mejor, más
animado y con menos molestias.
Conclusiones
Al tratarse de un caso del Servicio de SFT, esto es solo el principio. Considero el
Servicio de SFT muy gratificante, aunque siento que está infravalorado. Por esta
razón, estoy muy involucrada en el proyecto conSIGUE, avalado por el Consejo
General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, ya que lo considero muy cercano
a una especialización en el campo del SFT y una oportunidad de futuro en el
que desarrollaremos plenamente nuestra labor si conseguimos demostrar que,
mediante nuestra intervención, podemos optimizar los recursos, así como mejorar
la calidad de vida de nuestros pacientes.
Bibliografía utilizada en la fase de Estudio del caso
•
Bot PLUS. Base de datos del Conocimiento Sanitario. Consejo General de Colegios Oficiales de
Farmacéuticos. Madrid. 2012.
•
Cuarto Grupo de Trabajo Conjunto de la Sociedad Europea de Cardiología y otras Sociedades
sobre Prevención de la Enfermedad Cardiovascular en la Práctica Clínica (2009). Guías de
práctica clínica sobre prevención de la enfermedad cardiovascular: versión resumida. Rev Esp
Cardiol. 2008(versión corregida 2009);61(1):39e-41e.
•
Rueda J, Arnau MA. Frecuencia cardiaca, ivabradina y morbi-mortalidad cardiovascular.
Latido.2009;12(4):181-2.
•
Seifter JL. Potassium disorders. In: Goldman L, Schafer, AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed.
Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011: chap 119.
•
Tamargo J. Delpón E. 2001. Farmacología de la insuficiencia cardiaca I. Glucósidos digitálicos y
otros inotrópicos. En: Florez J. Farmacología Humana 3ª Ed. Masson. Barcelona.