FARMACÉUTICOS N.º 382 -
Marzo
2013
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Nunca debe subestimar-
se una picadura de insec-
to, ya que su efecto depen-
de mucho de la persona: si
está sensibilizada, puede producir incluso un shock
anafiláctico. Las picaduras tienen una morfología muy
variada, que va desde una pápula urticada a verdade-
ras ampollas.
El comienzo, extensión y duración son elementos
cruciales en la valoración. En caso de que el pacien-
te se frote la piel para aliviar el picor, se produce un
engrosamiento del área con aumento en las líneas
cutáneas (liquenificación). Si la reacción es de carác-
ter local y limitada en extensión (no más de 5 cm de
diámetro), puede recomendarse el empleo de agentes
tópicos (aunque deben evitarse los antihistamínicos en
esta vía). También la aplicación de compresas frescas
(no es recomendable el hielo aplicado directamente),
para aliviar el picor y limitar la reacción inflamatoria.
En cualquier otro caso –reacción local pero extensa,
o reacciones generalizadas de edema, picor, dolor, etc.–
es necesario remitir al paciente al médico. Obviamente,
en los cuadros de hipotensión, angioedema o síncope, se
requiere el envío inmediato a un servicio de urgencias o,
según la disponibilidad, de ambulancia.
Cuando las condiciones impidan el acceso rápido
a dichos servicios y no exista otra alternativa efecti-
va, puede requerirse la administración de adrenalina
i.m., eventualmente repetida cada 10 a 20 minutos si
los síntomas se mantienen. Según los síntomas, pue-
de recomendarse un corticoide (metilprednisolona),
sobre todo si hay edema laríngeo.
Es importante que desde la oficina de farmacia se
alerte a la población, en especial en el ámbito rural,
sobre las medidas preventivas básicas a adoptar, en
especial por aquellas personas que tengan anteceden-
tes de reacciones alérgicas a picaduras de insectos o
de otros artrópodos. También es conveniente infor-
mar sobre el tipo de artrópodos que es fácil encontrar
en cada zona.
En este sentido, es importante advertir de que las
abejas y avispas sólo pican cuando se sienten amena-
zadas o como defensa de sus nidos. La mayoría de las
picaduras se producen entre los meses de mayo a sep-
tiembre, sobre todo los meses de julio y agosto, duran-
te los cuales tienen mucha actividad.
Cuando pica la avispa, conserva el aguijón, pudien-
do picar repetidas veces; cuando lo hace la abeja, el
aguijón queda anclado en la piel y después muere. Con
la picadura de la avispa también se libera una feromo-
na que puede atraer a otros miembros de la colonia,
por lo que se aconseja alejarse del lugar del acciden-
te. Por este motivo:
• No acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas.
• Si la abeja o avispa se coloca encima de una perso-
na, no intentar ahuyentarla ni matarla, se debe per-
manecer quieto o hacer movimientos muy lentos has-
ta que se vaya.
• Si durante el verano se toma alguna bebida azuca-
rada, se debe asegurar de que no hay ningún insecto
en el borde del vaso.
• Sacudir la ropa dejada en el suelo antes de volver
a ponérsela.
• Evitar andar por huertas o prados con muchas flores.
• Evitar andar descalzo fuera de la casa.
• Mantener los cubos de basura bien cerrados.
• No son aconsejables ropas de colores brillantes ni
estampados floreados. Los colores más seguros son
el verde, el marrón y el caqui.
• No utilizar cosméticos, perfumes, jabones o cualquier
otro producto de olor intenso cuando se salga al campo.
• En los trabajos al aire libre, sobre todo en jardine-
ría, deben usarse pantalones, manga larga y guantes.
• No podar ni segar durante la época de actividad.
• Las colisiones con los insectos voladores pueden
producir picaduras; por tanto, no es recomendable
correr, ir en coche descapotable, moto, bicicleta o a
caballo en lugares donde haya muchas flores o estén
próximos a colmenas o nidos de avispas.
• En los interiores de las viviendas u hoteles es con-
veniente tener redes metálicas en las ventanas para
atrapar insectos y sistemas insecticidas. Esto mismo
puede ser aconsejable para el coche, en el caso de
las personas con antecedentes de alergia. Es acon-
sejable que las personas alérgicas al veneno de los
himenópteros lleven siempre una placa o pulsera de
alerta médica.
Valoración