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Pliegos de Rebotica
´2015
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Benito del Castillo García
Carlos del Castillo Rodríguez
La mision de
san Cosme y san Damian
de Paraguay
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n contacto con los colegas de la Facultad de
Farmacia de la Universidad Nacional de
Asunción, en Paraguay, amablemente pusieron
a nuestra disposición a Darío, joven guaraní, y
por tanto despabilado, al volante de una
furgoneta japonesa en bastante buen estado. Nos
esperaban 700 kilómetros y cinco misiones, en especial
S. Cosme y S. Damián.
Alguien escribió:“De tanto andar, algunas cosas se
han apartado de mi memoria; no así lo que significan ni
el lugar que ocupan en mi alma. La memoria es infiel y a
veces tergiversa el pasado a su propia conveniencia”.
Nos detuvimos en primer lugar en S.
Buenaventura de Yaguaron después en S. Miguel,
localidad que parecía una reminiscencia de la Mesta,
pues todo giraba alrededor de la lana. Posteriormente
en S. Ignacio Guazú, corazón de las Misiones, donde el
padre jesuita Francisco Fernández, granadino
cultísimo, nos mostró su mundo de ensueños.
La misión de San Ignacio Guazú, llamada “Guazú”
para distinguirla, como mayor de edad, de la Reducción
“San Ignacio Miní”, actualmente en Argentina, San
Ignacio es una ciudad sumamente interesante. La
Reducción se ubicó en el paraje actual en 1677, pero,
como pueblo, se fundó en 1609-1610 por los Padres
Marcial de Lorenzana y Francisco de San Martín. Habían
sido invitados por el famoso cacique Arapizandú.
La Plaza Mayor en la que se alza una estatua del
Beato Roque González, indicando la importancia del
Beato en el desarrollo de San Ignacio. Sin embargo, ni la
estatua ni la iglesia actual tienen gran interés histórico o
artístico.
Los jesuitas volvieron a San Ignacio en 1933, y
durante mucho tiempo vivieron en los restos del
antiguo “colegio”. Recientemente, gracias a la Fundación
Pecuaria, parte del “colegio fue restaurado.Allí en el
Museo nuevo, están los sobresalientes tesoros de
aquella Reducción. Por supuesto, muchos de estos
grandes tesoros han sido llevados fuera y se encuentran
ahora en varias colecciones extranjeras, especialmente
en Santiago del Estero,Argentina.
Desdichadamente, nada queda de la iglesia concluida
en 1694; fue necesario hacerla de nuevo después del
descuido siguiente a la expulsión de los jesuitas.Y, con
todo, esta construcción se derrumbó y cayó en este
siglo. En el museo se encuentra la fotografía del retablo
del antiguo templo.
En el pórtico de entrada, está la lápida de los 26
jesuitas que murieron mártires en las misiones del
Paraguay. Los tres primeros son conocidos como los
“Beatos” del Paraguay.
Dice el P.Vapuesta, este edificio “puede probar su
máxima antigüedad en el Paraguay; ni en Asunción hay
edificios, que puedan testimoniar ser más antiguos; aún
la Catedral actual no tiene nada que ver con aquella.
Un resto del retablo mayor de la iglesia presenta la
creación material de frutos de la flora paraguaya, en la
cual vemos la influencia guaraní.Algunas cabezas de
ángeles son netamente guaraníes.
Hay bellas tallas de María, Santa Ana, San Pedro, San
Pablo, el burgalés Santo Domingo de Guzmán y San
Francisco, cuyos hermanos fueron los primeros
misioneros en América, San Antonio, Santa Teresa, o
quizás, Santa Rosa de Lima. En una sala está la familia de
los jesuitas, san Ignacio, San Francisco Javier, San
Francisco de Borja y San Estanislao de Kostka.
El retablo tiene la imagen del Niño Jesús Alcalde (en
el sentido de “Juez”). La estela con el anagrama de
MARIA es de talla maravillosa.
En el pórtico final se puede ver la constitución de
tierra que tenían las paredes, tierra prensada que desafía
los siglos.También se ve uno de los troncos de los
árboles, que eran colocados enteros dentro de las
paredes. Comparando con las técnicas actuales de
construcción, vemos que éstos hacían las veces de vigas
de hierro, que se utilizan hoy para el hormigón armado,
además, el espesor de las paredes las hace excelentes
aislantes térmicos, conservando una temperatura ideal
en verano y en invierno.
Más tarde recalamos en Santa Rosa, con bella plaza,
torre de campanario y un delicioso “aprendiz” de
museo servido por un joven matrimonio de
cooperantes españoles, maestros cordobeses que
habían pasado todas las enfermedades parasitarias
San Aventura de Yaguaron