 
          45
        
        
          José Félix Olalla
        
        
          Pliegos de Rebotica
        
        
          ´2014
        
        
          ●
        
        
          LIBROS
        
        
          ●
        
        
          Intemperie
        
        
          
            Jesús Carrasco
          
        
        
          Seix Barral, Biblioteca Breve.
        
        
          ●
        
        
          Barcelona 2013
        
        
          ●
        
        
          221 páginas
        
        
          ●
        
        
          D
        
        
          esprovista de atenuantes, nos sobrecoge la
        
        
          huida en solitario de un niño de edad
        
        
          indeterminada por un lugar desolado de la
        
        
          geografía española. No es fácil localizarlo
        
        
          topográficamente aunque se ofrecen datos que
        
        
          permiten definirlo en la España de secano e imaginar
        
        
          alguna fecha posible en la que ubicar los hechos. No
        
        
          hay un solo nombre propio en el relato, hasta tal
        
        
          punto se estrangula la acción en función de los datos
        
        
          esenciales.
        
        
          En realidad, se nos dice, el niño no había preparado
        
        
          su marcha pero la idea se empezó a formar en su
        
        
          mente en cuanto su cerebro estuvo listo para
        
        
          albergarla. Necesitaba huir de un infierno indecible,
        
        
          del que a poco conoceremos sus claves y tras el
        
        
          éxito inicial de su partida se verá abocado a unas
        
        
          condiciones extremas. Junto a él, emergerá la figura
        
        
          de un pastor anciano que cuida unas cabras y lee la
        
        
          Biblia como único ocio y se establecerá una relación
        
        
          casi muda pero entrañable.
        
        
          Es la
        
        
          
            ópera prima
          
        
        
          de Jesús Carrasco, un extremeño
        
        
          residente en Sevilla que maneja maravillosamente el
        
        
          castellano rural y a quien por eso se le ha
        
        
          comparado con Delibes. La historia es dura hasta
        
        
          llegar a bordear las fronteras de la novela de terror.
        
        
          El niño, en un momento preciso, ejerce la violencia
        
        
          como había visto hacer a los que le rodeaban y
        
        
          reclama a continuación su parte de inmunidad
        
        
          mientras el pastor le muestra un núcleo de
        
        
          humanismo que se resiste a desaparecer, cuando la
        
        
          crueldad les atenaza. Entre tanto el lector sigue una
        
        
          línea recta, agobiado y a la vez fascinado.
        
        
          ■
        
        
          El ruido de las cosas al caer
        
        
          
            Juan Gabriel Vásquez
          
        
        
          Santillana, Alfaguara
        
        
          ●
        
        
          Bogotá 2014
        
        
          ●
        
        
          262 páginas
        
        
          ●
        
        
          “
        
        
          
            Muchos años después, recordando ese día aciago,
          
        
        
          
            Julio Laverde hablaría sobre todo de las banderas”
          
        
        
          .
        
        
          Este tipo de construcción sintáctica, sin duda
        
        
          homenaje a Cien años de soledad, se repite con
        
        
          moderación a lo largo de esta novela que se debe al
        
        
          escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez.También
        
        
          una protagonista americana, llegada a Colombia
        
        
          como cooperante, dará noticia de una primera
        
        
          edición llena de erratas, de la obra señera de García
        
        
          Márquez.
        
        
          Colombia y Bogotá, años setenta, como punto de
        
        
          arranque. Bogotá y Colombia, dos y tres décadas
        
        
          después en la narración de un joven profesor y de
        
        
          una amistad nacida en los billares con un personaje
        
        
          misterioso, Ricardo Laverde. El libro nos conducirá a
        
        
          la indagación de otra historia en los tristes albores
        
        
          del narcotráfico.Ya la primera, espléndida parte de
        
        
          un total de seis, podría haber puesto punto final a
        
        
          este relato pero el autor sabe continuarlo sin
        
        
          decaer bajo el cielo bogotano en el que los pilotos
        
        
          que lo surcan tienen, precisamente, un gran
        
        
          protagonismo.
        
        
          Las historias están ahí para contarse, para que nos
        
        
          dejemos obsesionar por ellas como una parte de la
        
        
          vida colectiva de la que todos formamos parte. No
        
        
          somos jueces acertados del momento presente y sí
        
        
          creemos serlo de lo que ya ha pasado y aparece
        
        
          ordenado en nuestra memoria. Cada episodio se
        
        
          relata por segundas personas que le otorgan su
        
        
          sesgo, su tamiz, su subrayado, pero hay una sola voz
        
        
          que las reconduce. Es el narrador a quien un
        
        
          novelista le cede su voz.
        
        
          ■