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on la llegada de la primavera las
plazas de toros comienzan a ser
centro del arte de la Tauromaquia,
recuperando así ese maravilloso
aspecto colorista tras el sombrío,
frío y oscuro invierno. Las dehesas reverdecen y
ese animal tan español, y único, eje de todo el
espectáculo, El Toro, aguarda el momento de
demostrar sus cualidades; bravura, codicia y
sobre todo de crecerse en el castigo como dijo
el gran Miguel Hernández en noble pelea con ese
otro protagonista: El Torero.
Los carteles anunciadores de la temporada están
ahí. En Las Ventas la Feria de San Isidro, ¡la mejor
del mundo!, se presenta interesante. Ganaderías
de distintos encastes: Miuras, Adolfos,Vitorinos,
Escolares, Cuadris,Victorianos del Rio,
Alcurrucen, y tantas otras tendrán la oportunidad
de que sus reses sean lidiadas por los mejores y
más admirados Maestros del momento, El Juli,
Manzanares, Morante, Ivan Fandiño, Perera, por
citar tan solo a algunos, esperando salgan con
ganas de arrimarse y adornarse para alcanzar, si
es posible, el anhelado triunfo de salir por la
Puerta Grande.
En tertulias y corrillos se debate acaloradamente,
y de modo entusiástico, lo que, a la vista de los
referidos carteles, se espera de la temporada. Se
inquiere sobre el hecho preocupante ¿irán los
jóvenes a los toros? porque su ausencia debido,
presumiblemente, a que no hemos sabido
inculcarles la afición, comienza a ser
preocupante, las mentes se recrean al escuchar el
eco de las palabras de Federico García Lorca
sobre el toreo:
“el toreo es, probablemente la riqueza mayor de
España, increíblemente desaprovechada debido,
principalmente a una falsa educación pedagógica
que nos ha dado
”
De lo que se deduce, lógicamente, la importancia
de la educación en cualquier materia,
“
nadie ama lo desconocido
” insistía mi
maestro, y así es.
Aunque sin
menoscabo del
aserto
precedente no
hemos de olvidar en la
carestía del espectáculo que
unido a que, con excesiva
frecuencia, en los ruedos no hay
faenas capaces de atraerles,
motivarles y
emocionarles,
el resultado es el
que es. Por ello nos
parecen elogiables algunas de las medidas que se
han tomado cuales rebajar los precios en las
novilladas en la plaza de Las Ventas para adultos
con regalo de dos entrada gratuitas para
menores de 15 años, o la elogiable actividad del
“Foro de la Juventud Taurina” introduciendo
novedosas medidas adecuadas a los tiempos que
nos ha tocado vivir, porque la evolución es
necesaria en cualquier actividad y en los Toros
también, eso sí siempre que no se pierda la
esencia, y la pureza, del espectáculo; motivación,
emoción y sentimiento, porque sin motivación ni
emoción los toros no tienen sentido alguno.
Hace unas pocas fechas tuve el honor de
participar en Fuentelencina, precioso lugar de la
alcarria, al que acudía a descansar, junto a su
novia Lupe Sino, el Maestro Manolete que debatía
con, mi suegro, el Boticario don Adrián Ayala en
la rebotica, una vez más ¡cuánto hay que elogiar
las tertulias de rebotica! y su importancia en la
actividad política y socio-cultural de nuestra
querida España, en una mesa redonda con el
Maestro Luis Miguel Encabo, y con el Dr. Pedro
Alonso director del CITAR (Centro Internacional
de Alto Rendimiento Taurino) ubicado en el
referido lugar, que financia el Maestro Iván
Fandiño y en el que se forman alumnos que
desean ser toreros.
El acto resultó emocionante no por los
ponentes sino por la demostración práctica,
toreo de salón, que los alumnos realizaron
haciéndonos comprender las distintas suertes,
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ROSA BASANTE POL
Pliegos de Reboticca
´2014
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DESDE EL CALLEJON
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Nadie ama
lo desconocido
