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abida cuenta de los tremebundos
dramones teatrales de la época
romántica del siglo XIX y comienzos
de XX, las divertidas comedias de Vital
Aza, suscitaban entre los espectadores
ligeras sonrisas que acababan en unas incontenibles
y ruidosas risas francas.
Dada su doble condición de médico y
comediógrafo, sus juguetes cómicos fueron, durante
cincuenta años, una feliz terapia, un paliativo para
uno de los males endémicos de los españoles: la
tristeza y la predisposición al pesimismo.
Asturiano, nacido en Pola de Lena en 1851, realizó
sus primeros estudios en Oviedo y Gijón,
abandonando su preparación como seminarista, por
las matemáticas y, tras hacerse delineante, trabajó
en la obra de construcción del ferrocarril que
uniría Asturias con Castilla. En 1871 se trasladó a
Madrid para estudiar Medicina, carrera que,
concluida, nunca ejerció, abandonándola por el
teatro, por el que sentía una profunda afición.Así lo
confiesa en su divertida autobiografía, en verso,
publicada en El Liberal, de Madrid en 1894, titulada
Ego sum:
Perdida la vocación/ dejé sermones y pláticas/ tiré El
Nebrija a un rincón/ y empecé las matemáticas/ Como
era buen estudiante/ obtuve, siendo un chiquillo/ mi
plaza de delineante/ y fui después ayudante/ del
ingeniero Castillo/ Cansado de dibujar/ y de tanto
cubicar/ en el campo y la oficina, vine a Madrid a
estudiar/ ¿qué diréis…?/ Pues Medicina/ seguí mi nueva
carrera/ con decisión verdadera/ Hoy soy todo un
Licenciado/ y juro que no he matado/ un solo enfermo
siquiera…/ Entre Galeno y Talía/ venció Talía a Galeno./
En casi todas las obras teatrales de Vital Aza
aparece un personaje, el médico, tratado siempre
en tono divertido. En 1876, estrenó en el teatro
Variedades de Madrid, en un acto y en verso, el
pasillo cómico
Aprobados y suspensos
, cuya acción
se desarrolla en la Facultad de Medicina de San
Carlos, sita entonces en al calle de Atocha, que
dedicó “A los estudiantes de Medicina en prenda
de especial afecto y compañerismo”.
En 1897, en el Teatro Lara, estrenó
La rebotica
,
sainete en prosa, siendo sus protagonistas el
célebre actor Julián Romea, en el papel, del
farmacéutico y Balbina
Valverde en el papel de
su esposa, obteniendo
un gran éxito de crítica
y público.
Su colaboración con
Miguel Ramos Carrión,
además de gran fama,
significó un importante
desahogo económico y
en referencia al teatro
lírico, ambos libretistas
se asociaron
frecuentemente al
compositor Ruperto
Chapí, obteniendo
resonantes éxitos
como
La Bruja
,
estrenada en 10 de
diciembre de 1887 en
el Teatro de la Zarzuela
de Madrid y, sobre todo
El Rey que rabió
, zarzuela
cómica en tres actos estrenada en el mismo teatro,
el 20 de abril de 1891, que marcó en mayor éxito
teatral del año.
El libreto era un modelo de gracia e interés
subrayando las comprometidas y divertidas
situaciones de un joven monarca que escapa de su
palacio disfrazado de pastor, arrastrando en su fuga
a un viejo general y a un ministro. La música de
Chapí no le iba, ni mucho menos en zaga.
El célebre coro de doctores que hacen público su
“diagnostico” sobre la rabia del perro, es todo un
acierto de humor, terminando la sátira contra los
médicos, con una resolución convincente:
Y de ésta
opinión/ nadie nos sacará/ el perro está rabioso…/ o
no lo está/.
Primer presidente de la Sociedad de Autores
Españoles (SAE 1899–1903),Vital Aza falleció en
Madrid 13 de diciembre de 1912.
La Corporación Municipal madrileña que siempre
ha acogido como hijos adoptivos a cuantas
personalidades del mundo de las Letras, las Artes y
las Ciencias nacieron fuera de la Villa y Corte,
dedicó a Vital Aza en el barrio de la Ciudad Lineal
una calle con su nombre.
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JOSÉ LUíS SEBASTIÁN
Pliegos de Reboticca
´2014
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MÉDICOS ESCRITORES
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Vital Aza
(1851-1912)
