Revista Farmacéuticos - Nº 117 - Abril-Junio 2014 - page 35

centros de decisión pudieran
establecer la política y la
estrategia adecuada.
Pienso que la fama de invencibles
de los soldados españoles de aquella
época fue sin duda, no solo su
desmedido arrojo, fue sobre todo su férrea
disciplina. Por ejemplo el severo control
sobre la ruptura del silencio. Decían:
“Ningún
soldado grite ni hable en el orden ni escuadrón, so
pena de ser sacado de la hilera vergonzosamente, por
que el que grita suele flaquear de animo y muchas
veces se ha visto perder la victoria por un solo grito, al
desanimar a los propios y animar al enemigo. Sobre
todo se prohíbe pedir pólvora, picas, plomo… porque
los que esas cosas piden están cerca de huir y el
enemigo que las escucha se envalentona. Así que los
soldados callen y estén atentos a las ordenes para
acudir donde fuere menester”.
Y también en aquella época fue cuando “La fiel
infantería” escogió como patrona a la Inmaculada
Concepción. Cuentan que en 1585 y los días 7 y 8
de Diciembre tuvo lugar un milagro que hizo
exclamar al Almirante Halak:
“Tal parece que Dios
es español, al obrar tan grande milagro”.
Según la
tradición la cosa ocurrió así: Durante la guerra de
los Ochenta Años en la isla de Bommel, situada
entre los ríos Mosa y Waalde, los Tercios
españoles al mando de Bobadilla, se encontraban
cercados totalmente. Su situación era desesperada,
por la falta de víveres, ropa seca y sobre todo
porque el cerco era cada vez mas estrecho. El
enemigo propuso una rendición honrosa pero la
respuesta española fue
: “Los españoles prefieren la
muerte a la deshonra”. “Hablaremos de capitulación
después de muertos”
. El enemigo recurrió entonces
a un método muy utilizado en aquellos tiempos:
abrir los diques de los ríos para inundar el
campamento enemigo. Rápidamente las aguas
subieron, no quedando mas tierra firme que el
montecillo de Empel. Según esta misma tradición
un soldado cavando una trinchera encontró un
trozo de madera que resulto ser una tabla
flamenca con la imagen de la Inmaculada
Concepción. Aquel hecho lo consideró Bobadilla
como “protección divina” e instó a sus soldados
que se encomendasen a la Virgen Inmaculada en la
lucha. ¡Y el milagro se obro! Aquella noche y
según cuentan, un viento intensamente frío hizo
congelarse las aguas del río Mosa. Los españoles
marcharon sobre el hielo atacando por sorpresa al
amanecer del día 8 obteniendo una total y
absoluta victoria.
Aquel mismo día entre vítores y aclamaciones
la Inmaculada fue proclamada patrona de los
Tercios y es así como la Inmaculada Concepción
hoy día es también patrona de la Infantería
Española ¡que nada tiene que envidiar a aquellos
valerosos Tercios!. “
Aun te queda
la fiel infantería que por saber
morir sabrá vencer”
.Alguno de
vosotros lo recordareis de las Milicias
Universitarias.
Pero hay más. ¡La Legión! La que
podemos considerar como unos modernos
Tercios. Como la fuerza de choque de hoy día.
Creada, en 1920, por un militar de prestigio y
heroísmo demostrado en Filipinas y África: José
Millán Astray. Concretamente fue el 20 de
setiembre cuando se alistó el primer legionario y
oficialmente se considera esta, la fecha del
nacimiento de La Legión. Fue creada para la dura
guerra de Marruecos y para sustituir a las
Unidades de recluta forzosa. El alistamiento quedó
abierto a españoles y extranjeros, solo se les pedía
ser fuertes, sanos y poder empuñar las armas,
ofreciendo a cambio la posibilidad de hacer carrera
militar en La Legión.
Siempre fue considerada una profesión de
autentico sacerdocio… de románticos… El
sacrificio por la Patria, el Honor, la conducta
intachable, todo esto forma también parte del
“Credo Legionario” que es la base, alma y rito de
la legión. Escrito por Millán Astraiy pensando en el
espíritu militar, rindiendo culto al Honor y al Valor,
venciendo al instinto de conservación y al temor a
la muerte. Ensalzando el espíritu de
compañerismo, amistad, unión y socorro. Cuando
a la voz de
“¡A mi la legión!”, acudirán todos, sea
donde sea y con razón o sin ella defenderán al
legionario que pide ayuda”. “Jamás un legionario dirá
que esta cansado y acudirá a la voz de “¡Fuego!”
aunque no tenga orden para ello”. “Combatirá sin
contar los días ni los años”
.Y por ultimo El Espíritu
de la Muerte:
“Morir en el combate es el mayor
honor, lo mas horrible es vivir siendo un cobarde”
.Y
en cuanto a la bandera de la Legión:
“Será la mas
gloriosa porque estará teñida con la sangre de los
legionarios”. “Todos los Hombres Legionarios son
bravos y es preciso demostrar que pueblo es el más
valiente”.
¡Y la legión española lo demostró y sigue
demostrándolo ampliamente!
De todos es conocido el prestigio militar que
los ejércitos de España gozan en el extranjero,
que viene sustentado por la sangre que en sus
filas vertieron un grandísimo número de héroes,
muchos de ellos anónimos, haciéndose
merecedores de la máxima condecoración militar
española: “La Cruz Laureara de San Fernando”.
Españoles de todas las épocas que se enfrentaron
y siguen enfrentándose a la muerte cara a cara y a
veces pierden... para ganar la gloria del recuerdo
eterno.
Un ¡VIVA! al Ejercito Español de todos los
tiempos.Y ¡ojala que así siga! Porque la Patria
siempre lo necesitara.
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Pliegos de Reboticca
´2014
RELATOS
La Cruz Laureara de San Fernando
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