de Fioraventi. Es en este momento que represento
con mis palabras cuando el remedio secreto,
vendido como medicamento de fórmula secreta, se
va desplazando por el específico, a raíz de las
Reales Ordenanzas de Farmacia de 1860 las cuales
prohíben cualquier venta de medicamentos de
composición desconocida y exigen que la
elaboración del medicamento sea llevada a cabo
por un farmacéutico. Ejemplos de estos específicos
no podían faltar en mi establecimiento.
Tal y como he mencionado anteriormente, en esta
época la Farmacia entra en una vorágine de
cambios y se llega, con relativa rapidez, a la
especialidad farmacéutica. Cierto es que entre mis
compañeros existe un punto de controversia con
respecto al tema del medicamento “especializado”
los hay a favor y en contra, creándose un cisma en
la antigua botica y, económicamente, entre
fabricante y distribuidor. Esta encrucijada queda
reflejada en la literatura, menciono como ejemplo
unas líneas de la obra Doña Flor y sus dos maridos
del escritor Jorge Amado “
El gremio de los boticarios
se hallaba dividido. Unos eran partidarios entusiastas de
los remedios fabricados y envasados en los laboratorios
del Sur y otros de los remedios tradicionales,
pacientemente dosificados en los fondos de las
farmacias, con las fórmulas escritas y pegadas en los
frascos y cajas, todos ellos productos garantizados por
el farmacéutico con el aval de su firma
”.
Por lo tanto, como no podía ser de otra manera,
otro de mis anaqueles está reservado a la
dispensación de especialidades farmacéuticas de
principios del siglo XX. Cada estante se encuentra
destinado a diferentes formas farmacéuticas;
comprimidos, tabletas, colirios y pomadas
oftálmicas, granulados, pomadas, inyectables y
ampollas.A su vez, las especialidades opoterápicas
están representadas.
Han ido pasando los años desde la apertura de mi
Farmacia, atrás quedó el siglo XIX y, a pesar de mi
afán por no quedarme rezagado montando un
laboratorio anejo a la farmacia, la realidad es que
no hay quién pueda superar a ese resistente
enemigo del experto artesano; la industria. Con la
entrada de la industria farmacéutica, por la puerta
de la botica salió el boticario de antaño, con sus
muebles de caoba, para dar paso al farmacéutico
del siglo XX con sus cajas de medicamentos
especializados en blancas cajoneras.
De todas formas, mi bienvenida a este nuevo
farmacéutico, al que auguro y deseo un formidable
porvenir, empero no exento de obstáculos, como
siempre ha ocurrido.
Con esta visita a mi botica he tratado de conseguir
que el lector que se encuentra sumergido en estas
líneas se acerque al papel del boticario del siglo
XIX, principios del XX, y que logre impregnarse
del romanticismo que lleva intrínseco este lugar, mi
botica; el Museo de Historia de la Farmacia de
Sevilla, apto para los amantes de las humanidades y
de este arte de curar que es la Farmacia.
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PREMIOS AEFLA 2013
13
Pliegos de Reboticca
´2014
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Fundación URIACH
Segundo Premio
Patrimonio Histórico-Artístico
Farmacéutico Español
