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n el siglo XVII, el samurái Hasekura
Tsunenaga, llegó a España para
establecer relaciones con el rey
Felipe III sentando las bases de unos
intercambios de carácter político y
comercial que fue de gran importancia para
ambos países. Este viaje, que se conoce como
“la Embajada Keicho”, marcó un hito en las
relaciones Oriente-Occidente siendo el inicio
de una buena y productiva relación entre
ambos países que se ha mantenido hasta el
momento actual.Y no puedo por menos de
imaginar el impacto que en aquel tiempo
produciría el paso de tal comitiva sobre los
sorprendidos habitantes de las poblaciones
de nuestro país.
He recordado esto porque recientemente
visité la exposición de estampas japonesas de
los siglos XVII y XVIII que el eminente
artista y mecenas internacionalmente
conocido, profesor Tadashi Goino,Académico
entre otros muchos títulos de la Real
Academia Nacional de Farmacia, donó a S.M.
el rey don Juan Carlos por su personalidad y
prestigio internacional para la enseñanza de
alumnos y difusión en la sociedad española. El
proceso que culminó con la donación no fue
fácil. Pero ha sido posible gracias a la
generosidad del profesor Tadashi Goino,
mecenas de las artes y las ciencias, que
asimismo es un notabilisimo investigador en
el campo de los medicamentos de origen
vegetal.Y desdeluego también a la laboriosa y
concienzuda gestión del Académico
Secretario de la RANF, Bartolomé Ribas, que
podamos contar entre nuestro patrimonio
profesional con esta
valiosa colección que,
aparte de su calidad
artística, nos aproxima
por su tema a una
visión de la cultura
popular del Japón del
periodo Edo. Hay que
recordar que esta
demostración
impecable del arte
ukiyo-e hace más de
250 años que fue
realizada por el artista
Utagawa Toyoaru,
discípulos, y otros, en
numerosas Escuelas
de la época, cuya obra
influyó en los
impresionistas
europeos, incluso algunos tan importantes
como Van Gogh, Monet, Gaugin,Tolouse-
Lautrec o Manet.Y no quiero que se me
olvide dejar aquí testimonio de la gran
belleza, la maestría en la confección de las
matrices de madera, la clara expresividad con
la dificultad añadida de unos patrones
fisionómicos muy marcados y la delicadeza
en el colorido y sus matices. Estas ciento
dieciséis estampas de la colección que ahora
se encuentran expuestas en la sede de la
Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, podemos admirarlas de una
manera habitual en la sala Utagawa de
nuestra Academia (RANF).
Desde aquí felicito y agradezco en nombre
de nuestro colectivo a nuestro compañero
Bartolomé Ribas Ozonas por la dedicación,
tesón y trabajo que ha demostrado, en este
caso como en otros, en pro de la Academia y
de nuestro patrimonio cultural.Y así mismo
su estupenda idea de ofrecer a diversas
instituciones, de organizar esta exposición
colaborando en ello con la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando.
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Margarita Arroyo
Pliegos de Reboticca
´2014
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CARTA DE LA DIRECTORA
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Una magnÍfica
exposición
